La cruda crisis económica que ha azotado a España en los últimos años continúa remitiendo y un buen ejemplo de ello es el termómetro de las ejecuciones hipotecarias. Durante el segundo trimestre de 2016, el número de certificaciones de inicio de estos procesos sobre viviendas habituales (que suelen acabar en la pérdida de la casa) se redujo en un 26,2% respecto al mismo periodo de 2015, hasta 6.398 expedientes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).