La confianza de los constructores de casas en Estados Unidos en el mercado de viviendas unifamiliares subió este mes hasta coincidir con su nivel más alto en 11 años. El impulso se debió a la creciente demanda de nuevas construcciones residenciales, que ayudarán a impulsar la economía en general.
Y es que los constructores son más propensos a comenzar proyectos sólo cuando están seguros. Un aumento en la construcción de viviendas incrementa el empleo y el gasto en materiales. Al mismo tiempo que el retroceso en la inversión residencial fija durante el segundo trimestre fue un lastre para el crecimiento global de Estados Unidos.
