La casa donde Harry Potter pasó su infancia, en la que fue desterrado a un guardarropa debajo de una escalera, se ha revalorizado por arte de magia. En 2001 se rodó en ella la película 'Harry Potter y la piedra filosofal' y ahora cuesta un pico. El inmueble está situado en el número 12 de la calle Picket Post Close, a unos 40 kilómetros de Londres. Los dueños de la vivienda donde Harry recibía las misivas de Hogwarts piden 475.000 libras (unos 550.000 euros), según informa el diario británico 'The Daily Mail'.
Los amantes de la criatura nacida de la pluma de J. K Rowling sabrán que la morada de Harry Potter era un cuchitril dentro de una confortable residencia. El niño se hospedó en la casa de su tía materna, Petunia Dursley, quien dispensó al aprendiz de brujo el trato que suele dar una madrastra a su progenie. En el número 4 de Privet Drive el crío tragó polvo y soportó el asedio de las arañas. Pese a las penurias, la casa no desmerecía nada. Lo saben bien los lectores de la saga, dado que el lugar se puede visitar y es un sitio de peregrinación de los devotos de la producción literaria de Rowling.
La casa es espaciosa y dispone de tres dormitorios, una cocina reformada y un jardín trasero. La agencia que se encarga de la venta destaca que el inmueble se encuentra en una «tranquila calle sin salida» y ha sido reformada para hacerla más atractiva a los nuevos inquilinos. La propiedad se asienta en Berkshire, un condado de postín, donde también se encuentran el castillo de Windsor y casas de algunos gerifaltes británicos, como los padres de la duquesa de Cambridge y la primera ministra del Reino Unido, Theresa May.
La casa ya ha pasado por varias manos. En 2003, en plena efervescencia de las andanzas del mago, los dueños formalizaron una transacción ventajosa, y firmaron la venta por 249.00 euros, unos 289.000 euros. Después de los lavados de cara del inmueble, y a la vista de que el furor por Harry Potter no ha parado de crecer, la casa ha duplicado su valor. En todas partes se inflan burbujas inmobiliarias.
Mientras la fiebre por las hechicerías del niño se extiende, el actor que lo interpreta, Daniel Radcliffe, está hasta el gorro del personaje. Hace unos días dejó caer que agradecía que otro intérprete tomara el testigo. Dentro de diez años el actor no se ve volando en una escoba. A Radcliffe le conforta dejar aparcadas las peripecias del brujo adolescente y meterse en la piel de otros personajes. El actor, a sus 27 años, ya está hecho un hombre. Su último trabajo ha sido encarnar a un agente del FBI que se infiltra en un grupo que defiende la supremacía de la raza blanca. Después de rodar, 'Imperium', Radcliffe está muy concienciado sobre el problema de la segregación racial, algo de lo que no se libra ni Hollywood. Para este hombre de cara aún aniñada «es innegable» que Hollywood es «racista». Así lo ha dicho en la BBC, donde fue entrevistado. Votante declarado del Partido Laborista, Radcliffe echa pestes del candidato republicano a las elecciones presidenciales de EE UU Donald Trump, por haber «avivado» el odio y el miedo.
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