El alquiler de viviendas en España ha tomado velocidad de crucero. El 23,5% de los españoles ya paga una renta mensual -ocho puntos porcentuales más que hace cuatro años, cuando apenas el 15% de la población arrendaba-. El dato crece hasta el 45% si se tienen en cuenta a los menores de 34 años -muy superior al 17% que reside en una vivienda de su propiedad-, según el último informe Los españoles y su relación con la vivienda, elaborado por Fotocasa.
Las viviendas se alquilan y algunas en menos de 48 horas. El 14,4% de las casas no duran dos días en el mercado en Barcelona, una cifra que sube hasta el 16,2% en la ciudad de Madrid, según un estudio realizado por el portal Idealista. "Si se amplían los plazos de comercialización encontramos que en Barcelona el 41,7% de las viviendas alquiladas llevaba menos de una semana en el mercado cuando encontró inquilino y el 77,8% menos de un mes. En el caso de Madrid, el 39,9% estuvo menos de una semana y el 77,1% menos de 30 días", analizan.
La fuerte competencia entre los inquilinos por hacerse con un contrato de alquiler ha acortado de forma drástica el tiempo que los inmuebles permanecen en el mercado. Esta realidad se está dando, sobre todo, en capitales como Madrid y Barcelona, donde se crea empleo y se vuelve a demandar viviendas, pero las condiciones hipotecarias todavía hacen difícil la compra. Así, "la presión de la demanda es tan fuerte que los anuncios de alquileres duran horas en el mercado", manifiesta Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista. Los alquileres inmediatos también están presentes en el resto de grandes mercados inmobiliarios, aunque su incidencia oscila entre el 17,7% de viviendas arrendadas en menos de 48 horas de Málaga y el 8,4% de Zaragoza.
La situación financiera y la movilidad son los dos principales motivos que llevan al demandante a decantarse por una vivienda en alquiler. Aunque, sin perder de vista la compra: "El 56% de los que viven en alquiler actualmente afirma que tiene intención de comprar una casa en los próximos cinco años. En el caso de los millennials sube hasta el 63%", según Fotocasa.
El precio ha pasado a segundo plano y la localización es el factor determinante
Un mes parece ser el tope que tiene un casero para plantearse que algo no está haciendo bien. "Aquellas viviendas que tras 30 días en el mercado no han encontrado inquilino tienen muy pocas opciones de encontrarlo en los meses siguientes. Conviene cambiar de estrategia, modificando precios, materiales gráficos o su posicionamiento en las plataformas", aconseja Encinar.
Rebajar no es decisivo
El presupuesto con el que cuenta el grueso de los inquilinos se mueve entre los 545 y los 625 euros al mes, apuntan en Fotocasa.
Que el precio de los alquileres haya bajado durante 38 meses consecutivos —hasta congelarse durante el mes de junio (0,0%) según el INE—, ha ayudado a avivar la firma de contratos. Aunque las rebajas han dejado de ser una garantía de éxito, como ocurría en años pasados. "Es indudable que el precio también contribuye en la inmediatez del cierre de la operación, pero en un momento en el que la demanda es tan fuerte y se mueve tan rápido, no es el factor determinante", dicen en Idealista. De hecho, en Madrid y Barcelona la renta ha pasado a un segundo lugar en el caso de los alquileres rápidos. Es decir, el 20,1% de los cerrados en 48 horas en la capital tiene un precio muy caro frente a la media de la zona en la que se encontraba (más de un 20% más elevado). En Barcelona, los alquileres económicos tienen algo más de peso: El 13,7% de los pisos es muy caro, frente al 24,7% que está en precio.
La demanda busca ahora casas de 100 metros cuadrados y tres dormitorios
En cambio, es la ubicación (buenas comunicaciones, cercanía al metro..) el factor más determinante para escoger una vivienda, según Fotocasa. Le siguen el precio más barato y la distribución de los espacios. El estado y la calidad de la construcción y una buena orientación quedan relegadas al cuarto y quinto lugar en la lista de prioridades. A la cola está la eficiencia energética del inmueble.
Las viviendas más codiciadas, las que mejor salida tienen, cuentan con dos dormitorios y entre 80 y 100 metros cuadrados, considera Manuel Gandarias, director del Gabinete de Estudios de Pisos.com. No obstante, en la enseña inmobiliaria TecniTasa empiezan a notar un cambio en las solicitudes recibidas. "La mejora en la economía y en el empleo hacen que el tamaño solicitado haya subido con respecto a los años de la crisis. Si antes la media más demandada estaba entre 80 y 90 metros y dos dormitorios, ahora tiende a los 100 metros cuadrados y tres habitaciones", explica José María Basañez, presidente de TecniTasa.
Los pisos nuevos, en buen estado o que tienen menos de 15 años de antigüedad son vistos con mejores ojos por los inquilinos, según Fotocasa. Para este portal, los extras más valorados por los demandantes son el ascensor, la calefacción, que el piso esté amueblado y que tenga lavadora, nevera y horno. Y en cuanto al precio, se llevan de las manos los inmuebles cuyos precios se mueven en la banda de los 500 y 750 euros al mes.
Después de la almendra central madrileña, los barrios de Carabanchel, Tetuán y Puente de Vallecas son las zonas en las que más demanda de alquiler existe actualmente. En el caso de Barcelona, los más buscados son los pisos de L'Eixample, Sant Martí, Ciutat Vella y Gràcia.
EL 'BOOM' DE COMPARTIR TECHO
El alquiler de habitaciones en pisos compartidos no se queda atrás. En el portal Idealista han constatado que la demanda ha crecido un 50% en solo un año. Y según otro portal, Pisos.com, la renta media ha subido con respecto al pasado año un 22,5%, pasando de los 228,69 euros mensuales de 2015 a los 280,15 de 2016. "La descompensación entre oferta (29,15%) y demanda (46,08%) en las capitales de Madrid y Barcelona empuja al alza los precios", advierten. Así, en la capital una habitación ha pasado de costar 313 a 470 euros al mes en un año, un 50,16% más. Las habitaciones en la Ciudad Condal se han encarecido un 29% en 12 meses: de 309 a 399 euros mensuales.
Las personas que comparten piso en España tienen un perfil similar al que tenían en 2015: 30 años, viven en el centro de las grandes ciudades, no fuman y ni tienen ni admiten mascota, indican en Idealista.