Con el comienzo de la temporada de verano cada vez son más los propietarios que apuestan por alquilar segundas viviendas en costas e interior con el fin de obtener la rentabilidad que ofrecen estos bienes inmuebles.
Sin embargo, muchos de estos propietarios tienen una serie de temores que se repiten de forma habitual por el modelo de alquiler ocasional y otros condicionantes. Alquiler Protegido, especialista en la protección del propietario en alquileres, advierte de los cinco temores más comunes entre los dueños de inmuebles que alquilan en temporada veraniega.
1.- Los desperfectos. Este temor va en aumento de forma proporcional a la edad de los inquilinos. Cuanto más jóvenes y más numeroso sea el grupo que va a habitar la vivienda, mayor es el temor del propietario a los desperfectos en la propiedad. Lo ideal para reducir esa preocupación es la de elaborar un inventario aprobado por ambas partes anexado al contrato de alquiler y el pedir una señal -normalmente una mensualidad- incluida en el contrato que cubra los desperfectos más comunes que pueden causar. Además es recomendable no entregar una vivienda en alquiler sin examinar con detenimiento la vivienda en el momento de recogida de llaves con el fin de encontrar vicios ocultos.
2.- Exceso de ocupación. Es más común de lo que parece que en los alquileres vacacionales se incumpla el número PAX autorizado. Casi el 20% de ellos presentan irregularidades por un número de ocupantes mayor que el permitido. Para evitarlo es recomendable hacer un seguimiento del inmueble y, en caso de no poder llevarlo a cabo por estar alejado de la propiedad, delegar esa responsabilidad en alguien de confianza. Pero lo que Alquiler Protegido recomienda es incluir en el contrato el PAX máximo con el fin de poder utilizarlo de forma legal si llegara el caso.
3.- Impagos. El temor a no alquilar la propiedad en todo el verano lleva a algunos propietarios a facilitar las condiciones del inquilino hasta el punto de retrasar el pago al último día. Esto deriva en otro temor aun mayor y es el impago, pues se calcula que el 5% de los alquileres vacacionales acaban siendo presos de esta figura. Lo que se recomienda en estos casos es que, a la firma del contrato, se solicite la fianza completa y un porcentaje (el 50%) del alquiler dejando para el final el resto.
4.- Alquiler a terceros. Otro de los temores que más atormentan a los propietarios es el de que parte de su vivienda sea alquilada a terceras personas con el fin de que el primer arrendatario especule y gane dinero. Alquiler Protegido informa de que la ley arrendataria protege al arrendador en este supuesto. Se calcula que aproximadamente un 2% de los alquileres han sufrido episodios de este tipo a lo largo de la vida del inmueble.
5.- Seguros. Como último quebradero de cabeza para los propietarios de viviendas utilizadas como alquileres vacacionales está el tema de los seguros. Muchos de ellos no son conscientes de que contratar un seguro adicional que cubra los aspectos anteriormente mencionados resolvería de forma favorable para el propietario dichos supuestos. Dedicarle un poco más de presupuesto a proteger la propiedad implica seguridad y tranquilidad, existen además varias modalidades que cubren los siniestros en esta modalidad de seguro.
Finalmente Alquiler Protegido recomienda asesorarse a la hora de elaborar cualquier contrato de alquiler vacacional para no dejar pasar las cláusulas legales más beneficiosas para la figura del propietario sin el desamparo del arrendatario.
Fuente: http://www.eleconomista.es/