Privalore trae a España el concepto de casas saludables


A apenas 500 metros de la Sagrada Familia, en la céntrica calle de Rosellón de Barcelona, se esconde la única casa en España que cuida por la salud de los que la habitan. Aunque la fachada parece esconder una colmena de viviendas sin ninguna particularidad, en una de ellas —de 75 metros cuadrados y 2 habitaciones— las encimeras de plata previenen la presencia de microbios, la iluminación recrea la luz solar y los tonos cálidos de la pintura tratan de recordar a la naturaleza.

Se trata del primer piso de España que ha sido reformado por la inmobiliaria Privalore para obtener el certificado Wellness. Esto es, no contiene elementos constructivos perjudiciales para la salud, según el Green Bussiness Centre. Es el mismo organismo que expide otras certificaciones verdes más conocidas, como el Leed Certificate.

El promotor de esta iniciativa, Jorge Marqués, explica que nace del interés actual por cuidar la salud desde disntintas perspectivas. “Si compras juguetes no tóxicos para tus hijos o alimentos ecológicos, ¿por qué no hacer lo mismo con tu hogar?”, comenta.

Por ello Privalore ha elegido el residencial para importar en España el concepto Wellness en la vivienda. En todo el mundo, el negocio inmobiliario saludable ya ocupa dos millones de metros cuadrados desde que en 2013 se construyese el primer edificio en Estados Unidos.

Dentro del mundo del residencial, Privalore se inclina por la segunda mano. Compran viviendas usadas en el centro de Barcelona, las reforman y las venden garantizando la salubridad tanto de sus componentes como de sus muebles. La promotora se compromete a entregar unos pisos que generen bienestar en 2 meses a un precio de unos 4.000 euros el metro cuadrado.

Además del piso de la calle de Rosellón —que adquirieron por 140.000 euros y lo vendieron por 250.000—, han iniciado las obras en dos más (ambos de la calle de la Industria). En proceso de financiación está otro en la calle de Borrel y un octavo en el paseo de Sant Joan se encuentra en fase de estudio.

“Elegimos el centro porque los pisos son más antiguos y baratos. Así reducimos riesgos”, afirma Marqués. Su aventura previa en el negocio inmobiliario le hace en su opinión tratar de minimizar riesgos. El responsable de la compañía dirigió durante los años del boom inmobiliario una promotora que, según cuenta, acabó quebrando para después introducirse en el mundo del bienestar con la empresa Bio Risco.
Crowdfunding y un fondo de inversión

La fusión de estos dos mundos dio a luz a Privalore en el 2015. Esta promotora, que espera obtener un beneficio de en torno a un millón de euros en este año, tiene como principales accionistas a Jorge Marqués y a su socio Román Camps, propietarios de un tercio de la compañía. Además, el otro 33% de la inversión procede de el fondo de inversión Privalore Funds en el que están presentes importantes familias de Barcelona, según la propia empresa.El 33% restante de los ingresos de la compañía provienen del crowdfunding. A través de su página web, cualquier persona puede invertir en los proyectos de Privalore.

“Obtienes una rentabilidad y además la satisfacción de hacer algo bueno”, explica Jorge Marqués. Hasta ahora la promotora inmobiliaria ha recaudado 450.000 euros por este sistema de micromecenazgo de una inversión total de 1,2 millones de euros. En el caso del único piso terminado la promotora particparon 6 inversores, que compraron tíckets de un valor mínimo de 5.000 euros.

El 2017 será el de la expansión de Privalore, según su CEO. Plantean ir más allá de la Ciudad Condal y comenzar a reformar edificios en Madrid para hacerlos saludables. La empresa no ve claro, sin embargo, que el negocio se pueda extender por el resto de España y proyecta importar sus viviendas sanas a otros países del entorno.

Fuente: http://www.cincodias.com/
 
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