El enorme stock de viviendas nuevas sin vender fue una de las manifestaciones más visibles de la crisis que asoló el mercado inmobiliario español. Los datos revelan hoy, sin embargo, que ese excedente ya es un 28,3% menos que el máximo alcanzado en 2009, y la primera vez desde 2007 en que la cifra baja del medio millón de casas. Así, cuando los grandes indicadores del mercado llevan más de un año en tasas positivas, la absorción de aquel stock viene a refrendar el buen ritmo alcanzado por las ventas. A pesar de ello, no se podrá dar por superada la crisis hasta que culmine la absorción de vivienda nueva, un parque que los datos oficiales llegaron a situar en 650.000 casas. La cuestión ahora está en saber qué significa ese cerca de medio millón de viviendas pendientes comprador –o de inquilino en alquiler– a pesar del nuevo ritmo del mercado. Como es natural y confirman los estudios, este varía por territorios. En Cantabria, Navarra, Cáceres o Badajoz ya no hay excedente, mientras en otras 19 provincias la oferta pendiente es asumible. Lo preocupante son los territorios en los que todavía se está digiriendo con dificultad el exceso del boom, hasta el punto de que algunos expertos consideran que parte de ese excedente, cifrado por Tinsa en más de 100.000 viviendas, nunca se venderá.