El grupo chino Dalian Wanda continúa con la venta del Edificio España a la vez que negocia con el Ayuntamiento de Madrid la rehabilitación del inmueble. El proceso para cerrar la transacción sigue un curso acelerado. De hecho, la empresa propiedad del magnate Wang Jianlin prevé cerrar la operación antes del periodo de vacaciones estivales, según fuentes conocedoras de las negociaciones.
En las próximas dos semanas, el grupo chino recibirá las primeras ofertas no vinculantes de los interesados en comprar el edificio, donde Wanda tenía previsto instalar un hotel y viviendas de lujo además de una galería comercial. Esas pujas se analizarán y comenzará un proceso de due diligence de la operación. Para antes de agosto, Wanda prevé haber cerrado la venta.
Para este proceso, el inversor chino cuenta como intermediario con la consultora inmobiliaria JLL, que sigue adelante con la transacción. Tanto Wanda como esta firma llevan con la máxima confidencialidad esta transacción. No fue posible contactar con el grupo chino para elaborar esta información.
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Las fuentes consultadas entienden que Wanda ha perdido el interés por esta apuesta madrileña al no poder llevar a cabo sus planes de rehabilitación, que pasaban por demoler el inmueble para reconstruirlo desde cero a semejanza del original. Al encontrarse con el rechazo de las Administraciones, decidió renunciar a una complicada rehabilitación.
Sin embargo, Wanda sigue negociando con los técnicos municipales para encontrar una solución a cómo abordar una futura reforma y así recibir las licencias de obra. Las fuentes del mercado insisten en que para el grupo chino sería positivo tener estos permisos, pues revaloriza el inmueble ante unos posibles compradores, que ya verían encauzado el problema con el Ayuntamiento de Madrid sobre la rehabilitación.
Las empresas que están valorando la compra son asiáticas, europeas y estadounidenses. En algunos de los casos, estas sociedades y fondos están buscando alianzas con socios españoles o que dispongan de conocimiento en el mercado local, que se pudieran encargar de la remodelación. La cifra que se maneja en el sector para la venta se quedaría por debajo de los 300 millones de euros.
Wanda pagó 265 millones en 2014 a Santander por el rascacielos, construido en los años cincuenta y que ya estaba desocupado. Planteó una ambiciosa reforma que incluía reconstruir desde cero el edificio, pero se encontró con la negativa de la Comisión Local de Patrimonio, en la que participan el consistorio (Ahora Madrid) y el Gobierno regional (PP), por la protección con la que cuentan las fachadas. Desde el pasado año surgieron las diferencias de criterio. El conglomerado asiático decidió en febrero poner a la venta el edificio. En las últimas semanas, sin embargo, se han retomado las negociaciones.
Aunque el lunes hubo un nuevo vuelco a la situación. El presidente del conglomerado asiático rompió su silencio al asegurar que aún aguarda una confirmación oficial del consistorio para que su empresa pueda demoler el inmueble y reconstruirlo desde cero. “El ayuntamiento vuelve a hablar con nosotros diciendo que sí podemos demolerlo. Estamos esperando un documento escrito en lugar de una promesa verbal”, manifestó el magnate chino a CCTV, la televisión estatal de su país.
Contradecía así al equipo de Manuela Carmena, que hasta ahora ha recalcado que no permitirá la demolición. Fuentes conocedoras del proyecto describen que desconocen por qué los responsables chinos en España aceptaron no derribar el inmueble tras meses rechazando la propuesta municipal y consideran que han llevado al límite la ruptura para conseguir una ventaja en la negociación.
Fuente: http://www.cincodias.com/