Comprar una vivienda es una de las experiencias más estresantes por las que atraviesa una persona a lo largo de su vida. Además de requerir una importante inversión económica, supone dedicar muchas horas y atravesar un largo proceso conociendo el mercado, visitando viviendas y negociando, con el propietario y las entidades bancarias, hasta firmar la operación.
En todo este recorrido, la búsqueda se hace más tediosa cuando el potencial comprador va descubriendo que, cerca del 90% de las propiedades que se anuncian en los portales de vivienda, acumulan “inexactitudes” o, directamente información falsa sobre las cualidades de la vivienda. Trucos, o directamentementiras, que utiliza la parte vendedora para atraer la atención de la demanda pero que, "en muchos casos suponen para quien está buscando piso perder cerca de 100 horas de su tiempo visitando propiedades que no cumplen con sus expectativas", asegura Ernesto Pérez Olivera, director general de Indivisa Personal Shopper.
Para evitar desagradables sorpresas, ahí van las mentiras más frecuentes en torno a la venta de una vivienda:
Superficie anunciada, 50 metros. Realidad, 30
"El 40% de los anuncios de inmuebles, la superficie no se corresponde con la realidad", advertía hace ya tiempo el director general de Sociedad de Tasación, Juan Fernández-Aceytuno. Una mentira que tiene importantes implicaciones económicas para el comprador. Si hablamos del precio en euros el metro cuadrado, no tiene nada que pagar 3.000 euros por un piso de 60 metros -180.000 euros- que por uno de 50 -150.000 euros-.
Es una de las falsedades más burdas y que menos se prestan a interpretaciones, puesto que la mentira queda al descubierto en el momento que encargamos una tasación. Sin embargo, afirma Pérez Oliva, "en casi todas las viviendas nos encontramos que se anuncia un precio total que no coincide con la valoración precio metro cuadrado por superficie real, con el consiguiente perjuicio para el comprador. De ahí que el principal consejo de los expertos, sobre todo cuando podemos estar interesados en comprar la vivienda, sea la de pedir una tasación previa para comprobar si la superficie que nos están vendiendo es real.
¿Excelente ubicación?
Es uno de los trucos más habituales para llamar la atención sobre una vivienda. "Ocurre especialmente en las zonas con mayor reconocimiento, como el Barrio de Salamanca, El Viso, Almagro, etc. Hemos visitado viviendas que daban a entender vistas al Parque del Retiro, ubicadas a casi 700 metros de este parque", asegura Pérez Olivera. ¿Bien comunicado? De la vivienda no puedo decir nada positivo, así que hablo del entorno.
Acogedor, ideal parejas, con posibilidades:
O con muchas posibilidades. Todas estas expresiones que podemos encontrar en cualquier anuncio son eufemismos de lo mismo: se trata de un piso pequeño y, probablemente, mal distribuido. Tampoco debemos fiarnos de descripciones del tipo 'coqueto' -pequeño y hortera-, interior -bajo y oscuro-, portal amplio -la casa es un búnker-, finca regia -viejo como el infierno-, mejor ver -es tan tremendo que no hay palabras para describirlo. Hay que aprender a leer entre líneas.
Para entrar a vivir o a reformar
"Desde luego, esta definición es muy subjetiva. Para muchos compradores significa", según el responsable de Indivisa Personal Shopper Inmobiliario, "que solo es necesario pintar. Otros asumirán que necesita, además de pintura y acuchillado, algunas pequeñas reparaciones. Sin embargo, lo que no es aceptable es encontrar, bajo este llamativo titular, pisos con reformas realizadas hace más de siete u ocho años, con su consiguiente necesidad de actualización". Cuidado también cuando se anuncia un piso a reformar. En muchos casos puede significar más bien, a derribar.
Gastos de comunidad de ocultos
Una de las preguntas que cualquier comprador realiza cuando se interesa por una vivienda se refiere a los gastos de comunidad. No en vano, es un gasto que, de comprar la casa, deberemos realizar todos los meses. "Realizadas las debidas averiguaciones, nos hemos encontrado muchos casos en que lacomunidad de propietarios ha puesto en marcha una derrama que supera enormemente la cuota habitual de 100 euros", asegura Pérez Olivera. Y el problema no es en sí dicho importe, sino que no se informe al futuro comprador de dicha situación.