En la tradición mediterránea, el patio es el corazón de la casa: proporciona luz, aire y agua de lluvia. Las casas árabes se organizaban en torno a un patio rectangular con alberca en el centro y galerías a los lados. En las casas sevillanas, el patio es la sala más importante de la casa, la cara social y visible del dueño de la casa. Hoy en día, los patios han recuperado una vigencia que nunca habían perdido del todo.
1. Casa Gaspar
Situación: Zahora, Cádiz
Arquitecto: Alberto Campo Baeza
En Zahora, el arquitecto Alberto Campo Baeza recibió el encargo de construir una casa para una familia. Como el solar se encontraba cerca de la carretera y de unas casas unifamiliares, el propietario quería ante todo privacidad. El arquitecto decidió construir un huerto rodeado de tapias. Inspirándose en la arquitectura medieval, construyó lo que se denomina en latín 'hortus conclusus': un jardín típico de monasterios y conventos, de pequeñas dimensiones y circundado por altos muros, donde los monjes cultivaban sus hortalizas.
La solución adoptada es también una reinvención de la casa típica andaluza de campo, pero con un lenguaje totalmente contemporáneo. Las casas andaluzas empiezan por un patio, y en su interior se construye la casa. Un patio delantero, que ejerce de jardín, con flores y plantas, y un patio trasero, que suele hacer las veces de trastero.
La Casa Gaspar también se diseñó de esta forma: partió de un cuadrado de 18 x 18 metros, definido por cuatro tapias de 3,5 metros de altura cada una, se dividió en tres partes iguales y se cubrió solo la parte central, que emerge como vivienda con 4,5 metros de altura entre los dos patios restantes.
2. Casa para un pintor y dos gatos
Situación: Cartagena, Murcia
Arquitecto: Martín Lejarraga
El arquitecto Martín Lejarraga recibió el encargo de rehabilitar una antigua vivienda familiar para su amigo, el pintor Ángel Charris. La casa original, construida en un barrio obrero de Cartagena de los años cincuenta, debía cambiar de cara y reflejar la personalidad de su habitante, renovarse pero integrándose en el lugar, sin distorsiones, aunque adoptando una condición contemporánea.
El patio se erige como una estancia más de la vivienda. Una extensión al aire libre que puede ser utilizada como lugar de trabajo, exposición y recreo.
En la definición del proyecto, el arquitecto intentó conectar la tradición con la contemporaneidad, combinando tanto materiales del lugar, como el ladrillo, con otros más vanguardistas, como la celosía metálica a modo de declaración artística que lo circunda. Este muro ligero deja pasar la luz, se abre a las vistas, a la vez que protege la edificación.
El patio se remata con una escalera ligera de estructura metálica y peldaños de trámex, que conecta la planta baja con la cubierta de la edificación.
3. Vivienda en La Moraleja
Situación: La Moraleja, Madrid
Arquitecto: Otto Medem
El elemento clave en el diseño de esta vivienda fue una encina centenaria existente en la parcela. Para protegerla y exponerla a la vista de toda la casa, se creó un patio. En él convergen los ejes de la planta de la vivienda, desarrollada a modo de cruz latina, desde donde se organizan todas las estancias.
Las estancias comunes giran en torno al patio. Así, la presencia de la encina se percibe desde cualquier punto y se convierte en centro y referencia del conjunto.
4. Casa Poblenou
Situación: Poblenou, Barcelona
Arquitectos: CAVAA
Una estructura de vivienda en chaflán y un patio interior tranquilo y aislado de las calles del ensanche fueron el punto de partida de este proyecto. Los propietarios son una pareja amiga de uno de los socios del estudio CAVAA.
“Los clientes nos enseñaron el piso y nos contaron que les apetecía recuperar el patio para usarlo como un espacio interior más tranquilo. A partir de ahí, intentamos darle más fuerza, proponiendo que el patio no se quedara con las dimensiones que tenía, sino que se ampliara y creciera dentro de la vivienda para crear pequeñas subdivisiones del salón-estar-comedor”, cuenta Oriol Vañó, arquitecto de CAVAA.
Desde los primeros bocetos del proyecto, los arquitectos dejaron que el patio entrara en la casa, para así conseguir fundir el comedor, la cocina, la sala de estar y el espacio exterior en un mismo núcleo de día. De este modo, los tabiques desaparecen y el patio divide las estancias sutilmente al tiempo que las relaciona. La cocina y todos sus espacios anexos cobran valor y el área se concibe como diáfana, pero con “rincones agradables”.
El patio ejerce la función de una gran ventana que entra en la vivienda y se transforma, dejando de ser un espacio residual, oscuro y sin valor, para convertirse en el centro de la vivienda. Además de aportar calidez a todas las estancias, “el patio es vital para el uso sostenible de la casa, ya que genera ventilaciones cruzadas, crea entradas de luz tamizadas que no aportan radiación y genera espacios en sombra para el verano (algo imprescindible para nuestro clima)”, afirman desde CAVAA.
5. Finca en Extremadura
Situación: Cáceres, Extremadura
Arquitecto: Estudio Ábaton
El proyecto de Ábaton consistió en transformar un antiguo establo abandonado en una vivienda familiar. Una de las decisiones clave fue considerar el patio como uno de los ejes de las medidas sostenibles adoptadas.
Este patio interior cobra una gran importancia para la ventilación cruzada entre las fachadas norte y sur. Una fuente que brota de una roca es la protagonista de este espacio. El agua se canaliza desde dos arroyos que discurren cerca de la finca, y transcurre por la fuente antes de acabar en una alberca. Todo este sistema contribuye a refrescar la vivienda en los meses más cálidos de Extremadura.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/