¿Puedo pasar mi actual hipoteca a interés variable a un tipo fijo?


El tipo de interés fijo en las hipotecas para la adquisición de una casa está de moda: está presente en más del 10% de los nuevos préstamos, según el Instituto Nacional de Estadística, y subiendo (Banco Sabadell informa de que ya rige en más del 50% de sus nuevos contratos). Además, se sitúa en niveles históricamente bajos: Bankinter lo ha vuelto a reducir al 1,75% en su producto a 10 años (la mejor oferta del mercado). Sin duda, se antoja como una interesante opción para los nuevos hipotecados... y también los viejos.

¿Puede convertirse una hipoteca variable en fija? La respuesta es afirmativa y puede hacerse por una doble vía: por subrogación (llevando el préstamo a otra entidad) o por novación (manteniéndolo en la misma), siendo el segundo camino el más económico para el hipotecado.
Comisiones y otros costes

La comisión de subrogación está limitada por ley al 0,5% de lo que queda pendiente de amortizar los primeros cinco años y al 0,25% de ahí en adelante, a lo que hay que sumar los gastos de gestión: notaría, tasación, gestoría y registro.

Por contra, en la novación, "generalmente, el único coste que debe asumirse al cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo es la comisión por novación en caso de estar incluida en el contrato", explica Elisenda Picart, experta en hipotecas del comparador de productos financieros HelpMycash. Esta comisión suele oscilar entre el 0% y el 1% del capital pendiente de amortizar, aunque hay entidades que pueden llegar a cobrar un porcentaje mayor.

No obstante, Picart advierte de que algunos bancos exigen al cliente pasar por el notario y el gestor, lo que dispara el coste de la novación. Igualmente, recuerda que las entidades financieras tienen que aceptar la operación y, normalmente, no darán su visto bueno si no sacan algún beneficio. "Podrían exigir la contratación de algún producto vinculado adicional", señala.

De este modo, desde HelpMyCash se recomienda, como siempre, hacer cuentas y ver si merece la pena pasarse de un interés variable, hoy en mínimos históricos salvo que se tenga cláusula suelo, a un tipo fijo bajo para toda la vida del préstamo. Picart apunta que "muchos bancos plantean esta operación a clientes, precisamente, con suelo". "Les proponen", avisa, "la eliminación de la cláusula a cambio de un tipo fijo", lo que en la práctica es lo mismo. Esta experta recalca quelas entidades están promocionando sus hipotecas fijas para asegurarse un mínimo de ingresos que no tienen con las variables, toda vez que el Euribor, principal referencia, cotiza en negativo.

Con este panorama, no tendría mucho sentido cambiarse del tipo variable al fijo, pero también hay que ser consciente de que el plazo de amortización de un préstamo se alarga décadas, en las que el Euribor puede describir grandes oscilaciones. Bankia ve "perfectamente factible" un escenario en el que este índice suba desde los mínimos actuales al 2%-4% en unos años.
¿Cuándo conviene hacer este tránsito?

En este punto, la experta de HelpMyCash lo tiene claro. "Si al hipotecado le quedan pocos años de pago y tiene un diferencial bajo (inferior al 2%), que se quede con la hipoteca variable", aconseja . Y prosigue: "Si le restan bastantes años, más de 10 por ejemplo, puede plantearse el tránsito de variable a fijo si el banco le hace una buena oferta, interés inferior al 2,5%". "Eso sí", puntualiza, "en el segundo caso no puede asegurarse que le saldrá más a cuenta, ya que dependerá de si la media del Euribor supera o no el 3%".

Por el momento, todo indica que el hipotecado piensa más en el corto plazo (hoy paga sus recibos más bajos) que en el largo (la posibilidad de asegurarse una cuota razonable para toda la vida y no depende del Euribor). "Los clientes suelen preferir todavía hipotecas variables, pues siempre están en línea con el mercado, y máxime además en un entorno de tipos bajos como el actual", apuntan fuentes bancarias.

Fuente: http://www.elmundo.es/
 
Vuelos Baratos