Si ha habido un sector de la economía española especialmente castigado por la crisis, ése ha sido el de la construcción. La consultora AIS Group acaba de realizar un balance en el que determina que la pasada recesión ha reducido a la mitad el peso de esta actividad en el conjunto del PIB nacional, para lo que se ha nutrido de datos procedentes de la Encuesta de Población Activa (EPA) y del Servicio Público de Empleo (SEPE). Así, si en 2007 la actividad constructora suponía casi un 10% del Valor Agregado Bruto (VAB), en 2015 su peso fue de apenas el 5%.
Otro tanto se ha producido en el empleo. A comienzos de 2008 trabajaban en la construcción más de 2,6 millones de personas, el 11% del total; mientras que a finales del pasado ejercicio esa cifra se redujo a poco más del millón de trabajadores. El estudio pone de manifiesto cómo la mayoría de las personas que abandonó la construcción con el estallido de la crisis pasaron a emplearse en el sector servicios. De hecho, esta actividad ha pasado de ocupar al 70% de la población activa a dar trabajo a algo más de un 76% el año pasado.
Sin embargo, esta tendencia parece haber tocado a su fin el año pasado, coincidiendo con la recuperación del mercado inmobiliario y pese a la parálisis que aún afecta a la obra civil. Tal y como concluye en su estudioAIS Group, en el último año la ocupación en el sector de la construcción aumentó un 2,7%, de forma que ha pasado de emplear a 1,03 millones de personas a 1,05.
Por provincias, Madrid y Barcelona fueron las que protagonizaron los mayores avances y en ellas más de 134.000 y 118.000 personas, respectivamente se dedicaban a esta actividad a finales de 2015. Las mejores cifras en cuanto al aumento en términos relativos de la ocupación en la construcción se contabilizaron en Castellón, donde el año pasado cerró con unas 5.000 personas más trabajando en la construcción que hace un año, lo cual significa un incremento de casi el 54%. Le siguieron Lugo, Cádiz, Salamanca y Cáceres.
Este aumento de la ocupación propició además que en 2015 el número de desempleados en la construcción se redujera en unas 21.000 personas, hasta situarse algo por debajo de los 208.000 desempleados, pasando de este modo la tasa de paro del sector del 18% de 2018 al 16% al cierre del ejercicio pasado. Madrid, Barcelona y Málaga fueron las tres provincias que concentraron más desempleados al superar entre las tres los 60.000 parados.