Se esperaba y ya está aquí. El euríbor, el indicador al que están referenciadas la inmensa mayoría de las hipotecas en España, entró ayer en negativo por primera vez en su historia después de meses bajando y coqueteando en el entorno del cero. Ayer se situó en tasa diaria en el -0,002 %, de modo que en las cinco sesiones que llevamos de negociación en febrero el índice estaría en el 0,005 %, su mínimo histórico y por debajo del interés del dinero (0,05).
Que el euríbor se tiñera de rojo es una fuente de preocupación para las entidades financieras, ya que presiona a la baja sus márgenes, a la vez que supone un alivio para las familias hipotecadas, que verán aligerada su cuota mensual.
¿El banco me pagará a mí?
Es un escenario poco probable. Hay que recordar que la hipoteca se calcula sumándole un diferencial al índice, de modo que aunque este haya entrado en negativo ?los expertos sostienen que se mantendrá así un tiempo y el departamento de análisis de Bankinter incluso cree que habrá que esperar al próximo año para que vuelva al verde?, para el banco llegara (en teoría) a tener que pagar por el préstamo la caída del euríbor tendría que ser tal que absorbiera por completo este diferencial aplicado.
Pese a que algunas entidades financieras concedieron préstamos durante la época del bum con diferenciales muy bajos (hasta el 0,17 %), el sector descarta un escenario en el que hubieran de pagar a sus clientes hipotecados.
Fuentes del Banco de España señalaron que no han adoptado una posición formal al respecto, ya que al ser una «cuestión de interpretación del contrato hipotecario», no tienen competencias. Apuntan que «la fórmula estándar o más habitual solo prevé el pago de intereses por parte del prestatario, que es como se entiende en el Código Civil el contrato de préstamo». En caso de discrepancias, se resolverían en los tribunales.