El ejercicio 2015 apuntó a una cierta recuperación del mercado inmobiliario: las cifras oficiales dicen que las ventas de viviendas aumentaron un 11% anual y registraron sus mejores datos desde el ejercicio 2011. Una evolución muy positiva que nada tiene que ver con el comportamiento de la vivienda nueva. Ésta, lejos de remontar, registró sus peores datos desde que existen estadísticas, casi una década.
Según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2015 se vendieron 77.865 viviendas nuevas, lo que supone la cifra anual más baja de la serie histórica, que arranca en el año 2007. Frente al año anterior, las ventas registraron un descenso del 32%, aunque la caída es mucho más brusca si se compara con los ejercicios del boom del ladrillo.
En concreto, si se compara con el año de mayores ventas de la historia, 2007, el descenso es superior al 76%, es decir, por cada cuatro viviendas que se vendían en aquel año, ahora se vende únicamente una.
Caídas superiores al 80% respecto a 2007
Y en algunas provincias la caída es aún más abrupta. En Huesca, el descenso respecto al nivel de 2007 supera el 90% y hay otras 17 provincias en las que la caída de la vivienda nueva supera el 80%: Cádiz (-82%), Córdoba (-83%), Huelva (-83%), Jaén (-82%), Sevilla (-86%), Cantabria (-83%), Salamanca (-84%), Zamora (-89%), Albacete (-80%), Ciudad Real (-84%), Cuenca (-86%), Girona (-84%), Lleida (-88%), Tarragona (-81%), Valencia (-81%), Murcia (-87%), Navarra (-81%),
Lugo, con un descenso del 46%, es la provincia que ha registrado un menor descenso respecto al nivel de 2007. Entre las provincias más pobladas, Madrid es la que registra un comportamiento menos negativo, con un descenso de las ventas del 57% frente a ocho años antes.
A pesar de que la venta de viviendas nuevas descendió en 2015, la construcción de éstas sí creció. En los once primeros meses del año, se contabilizaron 19.529 visados para construir viviendas nuevas, lo que supone un incremento del 17,8% respecto al conjunto de 2014. Si se mantiene la tendencia, se podría registrar la mejor cifra desde el ejercicio 2011.
Aunque se iniciaron más viviendas que en años anteriores, fueron casi 60.000 menos de las que se vendieron, lo que apunta a que el stock de pisos sin vender se reducirá por sexto ejercicio consecutivo. De hecho, el total de viviendas pendientes de venta podría situarse por debajo del medio millón por primera vez desde 2007.