Casi la mitad de los españoles que comparte vivienda, en concreto un 46%, tiene entre 30 y 50 años. Además, otro 46% tiene entre 18 y 30 años y un 8% supera el medio siglo, según revela un estudio elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa, en colaboración con Netquest, empresa especializada en recogida de datos online.
Ante la movilidad laboral y los problemas económicos, el piso compartido no tiene rival. “En los últimos dos años la media de españoles de entre 30 y 50 años que comparten vivienda se ha incrementado considerablemente. Mientras en 2014 el porcentaje era de un 35%, en 2016 ha pasado al 46%. Así, en dos años el aumento de este grupo de edad ha crecido un 31%, básicamente debido por una parte a la inestabilidad laboral y por otra a que muchos españoles prefieren ahorrar dinero en el alquiler para poder vivir más desahogados”, explica Beatriz Toribio, responsable de estudios del portal.
Uno de los puntos más llamativos del estudio es que tan solo el 10% de los que comparte piso está estudiando. De hecho, la opción mayoritaria, un 32%, asegura que comparte piso porque le permite ahorrar dinero para destinarlo a viajes y ocio. Un 15% lo hace porque le permite vivir en una zona que no se puede permitir de otro modo y un 14% dice que le ha permitido independizarse de casa de sus padres, opción secundada por el grupo de edad comprendido entre los 18 y los 30 años. Apenas un 1% de los encuestados dice compartir porque es pensionista o jubilado y necesita compañía.
No obstante, los partidarios de este régimen critican los altos precios. A la hora de buscar piso para compartir, el 26% de los asegura que el elevado precio es una de las principales dificultades con las que se han encontrado. Otro 22% afirma que el mal estado de los pisos es una problemática común; un 15% critica que muchos propietarios piden fianzas demasiado elevadas; y un 13% se encuentra pisos para compartir sin amueblar.
El 25% paga entre 300 y 400 euros, seguido de un 15% que abona entre 400 y 500 euros. El 14% cuenta con un alquiler de entre 200 y 250 euros mensuales. Si el precio no es un problema resulta que hay barrios en los que alquilar una habitación puede costar 1.000 euros al mes. En Madrid la media es de 400 euros, aunque los precios pueden alcanzar los 1.000 euros en Almagro, 900 en El Viso y 800 en Conde Duque. Según Uniplaces, la zona de Chamberí es la que acumula las habitaciones más caras de la ciudad. Barcelona es la segunda más prohibitiva: una habitación en Sant Gervasi-Bonanova cuesta 930 euros al mes, y 860 euros en el barrio de Dreta de L’Eixample y en la zona de Sant Gervasy-Galvany.En Granada las habitaciones más caras pueden alcanzar los 600 euros al mes, mientras que en Valencia el límite se sitúa en 500 euros, según Uniplaces, portal de reservas de alojamiento para estudiantes internacionales.
Los españoles que comparten vivienda o están buscando una tienen claro desechar los pisos con más de tres personas. Un 19% asegura que es importante que se pueda quedar a dormir su pareja en la vivienda, un 16% que el piso sea céntrico, un 11% que no haya mascotas y un 10% dice que es imprescindible contratar a una persona para la limpieza como mínimo una vez a la semana.
Fuente: http://www.elpais.com/