La Torre Foster está en venta. Un nuevo icono de Madrid se pone en el escaparate del mercado, después de que su vecina Torre Espacio cambiase de dueño hace escasamente tres meses. IPIC (International Petroleum Investment Company), vehículo inversor del fondo soberano de Abu Dabi (ADIA), ha decidido no ejecutar la opción de compra sobre el inmueble, que vence este año. Por ello, buscará un nuevo propietario al que traspasar el edificio, donde se ubica la sede de Cepsa, controlada, a su vez por IPIC.
En busca de un mirlo blanco
Una de las conocidas como cuatro torres de la capital de España vuelve al mercado. Apenas tres meses después de que la última de ellas, Torre Espacio, fuese vendida. Pone de nuevo a Madrid como un destino donde inversores de todo el mundo mirarán con interés esta oferta.
El rascacielos de Norman Foster fue concluido en 2009. Igual que sus hermanas de la Castellana, la torre está considerada como un activo-trofeo, es decir, un edificio emblemático de una ciudad por el que se puede pagar más de lo que dicte el mercado.
De hecho, eso fue lo que ocurrió con Torre Espacio. El Grupo Villar Mir cerró en noviembre la venta de ese edificio por 558 millones de euros, tras varios meses buscando un comprador. Ninguna de las ofertas recibidas llegaban a los 500 millones de euros, lejos de los 600 millones deseados por el holding presidido por Juan Miguel Villar Mir, hasta que finalmente llegó el mirlo blanco deseado desde el lejano oriente. Fue el grupo filipino Emperador, especialista en licores y bebidas espirituosas y dirigido por Andrew L. Tan, quien se hizo con el edificio.
Desde el sector inmobiliario se considera incluso mejor el edificio de Foster, por lo que las ofertas podrían elevarse hasta superar ese importe pagado por Torre Espacio. Así, IPIC podría alzarse con una plusvalía. Los expertos del sector señalan el diseño del edificio como muy avanzado y con un uso muy eficiente de los espacios. Tanto es así que cada planta es diáfana, sin columnas, por lo que gana en superficie alquilable. IPIC, por su parte, pertenece a ADIA, el fondo soberano de Abu Dabi, que en su web explica que tiene invertido entre un 5% y un 10% de su cartera en el sector inmobiliario.
El grupo emiratí llegó a un acuerdo a finales de 2013 conBankia, propietario del inmueble, para alquilar el edificio, y además se reservó una opción de compra que debe ejercitar este año. Pero los responsables del fondo han decidido desistir de ese derecho debido a la caída del precio del petróleo, por lo que, igual que ocurre con otras empresas energéticas en el mundo, ahora prefiere desinvertir de posiciones no estratégicas, según fuentes del sector.
Por eso, y según confirman fuentes del mercado, IPIC ha comenzado los trámites para traspasar a otro inversor ese derecho y, por tanto, colgar el cartel de se vende a este rascacielos. Se trata de una de las cuatro torres al norte del Paseo de la Castellana, un inmueble diseñado por el arquitecto británico Norman Foster. De hecho, en el sector inmobiliario se conoce al rascacielos por el apellido de su autor.
En Madrid también se encuentra actualmente a la venta el emblemático Edificio España, del grupo chino Wanda, tras la hasta ahora fallida negociación con el Ayuntamiento de Madrid para acometer la rehabilitación.
Torre Foster cuenta con 34 plantas y más de 56.250 metros cuadrados de superficie alquilable, dentro del complejo de las cuatro torres que se levantan sobre la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, al norte de la Castellana. Tiene un altura de 248 metros y es el segundo edificio más alto de España, solo un metro por debajo de la contigua Torre Cristal. Ahora está por comprobar qué precio puede alcanzar la propiedad en un mercado inmobiliario que comienza a recuperarse.
El fondo emiratí se comprometió con Bankia a alquilar el inmueble, en gran parte para la sede corporativa de Cepsa, durante un periodo de ocho años más otros siete años prorrogables, en una operación que el mercado cifró en 450 millones de euros y que incluía la adquisición final en 2016. La operación se cerró a través de la filial Torre Norte Castellana, por parte de Bankia, y de una sociedad luxemburguesa por parte de IPIC-ADIA, según explican expertos del sector.
De Torre Repsol a Torre Cepsa
En su corta vida, este rascacielos ya ha sido reubautizado en varias ocasiones según ha ido cambiando su dueño. Inicialmente fue denominada como Torre Repsol, pero finalmente la empresa energética española decidió llevar su sede a la zona de Méndez Álvaro. Después, modificó el nombre al de Torre Caja Madrid cuando la extinta entidad financiera madrileña pagó 815 millones a Repsol por el edificio sin concluir.
Después llegaría Torre Bankia, con el nuevo nombre de la entidad financiera, quien conserva la propiedad hasta que no se ejerza el derecho de compra. Con la operación de IPIC y el consiguiente traslado de la petrolera al edificio, pasó a llamarse Torre Cepsa hace tres años.
En este traspaso Bankia, aunque sea el actual propietario, no podrá decidir a quién vende IPIC el derecho de compra, aunque fuentes del sector explican que es muy probable que se abra algún tipo de negociación entre las dos entidades ya que, entre otros motivos, el banco madrileño ocupa cinco plantas en el rascacielos, e incluso podría poner alguna objeción por contrato.