El pinchazo de la burbuja inmobiliaria hizo desaparecer casi por completo el mercado del suelo urbano en España, que incluso adquirió un importe negativo -su precio era nulo y, además, exigía inversiones para su conservación- en los balances de los promotores de vivienda y la banca acreedora. Sin embargo, las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Fomento sobre el precio medio del metro cuadrado del suelo, correspondientes al tercer trimestre, ponen de relieve una tendencia que se ha ido consolidando desde hace justo un año: la recuperación del sector inmobiliario ha reactivado la compraventa de suelo, cuando hace unos meses las únicas operaciones que se producían eran daciones en pago o el traspaso de carteras de suelo entre los promotores de vivienda asfixiados por la situación económica.
Durante el periodo de julio a septiembre el importe del suelo urbano se incrementó un 9,7% en tasa interanual (es decir, en comparación con el mismo periodo del año pasado) hasta situarse en los 156,4 euros de media nacional. Este porcentaje demuestra que la evolución del mercado se está acelerando -en el trimestre anterior el crecimiento fue cinco puntos porcentuales inferior, al elevarse un 4,7%-, con una velocidad no vista desde los momentos de mayor calentamiento en la gestación de la burbuja del ladrillo. De hecho, se trata del mayor repunte interanual desde el tercer trimestre de 2005 (aunque su importe resulta muy inferior al registrado en los años del «boom»).
«Las expectativas de mejora de los tiempos medios de venta y de recuperación de precios ha dado lugar a que en determinadas áreas de venta el suelo haya pasado de tener un valor negativo financieramente a contar con importes bastante elevados», explica el director general de operaciones de la consultora RR de Acuña y Asociados, Fernando Rodríguez de Acuña, quien puntualiza que, en cualquier caso, no se trata de una situación generalizada en todo el país. «Es correcto hablar de este incremento de precios en ciertos casos, para ciertas áreas y productos, especialmente en zonas metropolitanas», concluye.
Experiencia en el sector
El mayor impulso de esta recuperación viene dado por el repentino interés de fondos internacionales por adquirir carteras de suelo, la mayor parte de las veces de la mano de un promotor de vivienda, ya sea formando alianzas o, directamente, adquiriendo las compañías especializadas en el desarrollo de proyectos urbanísticos. Este último ha sido el caso del fondo norteamericano Lone Star, que se hizo el pasado mes de mayo con la filial inmobiliaria de Kutxabank, Neinor. Su intención es convertirse en una de las mayores propietarias de suelo del país. Con este fin, ha desembarcado en nuestro país con un presupuesto inicial de 1.000 millones y se dispone a invertir 250 millones al año.