El seguro de vida es una inversión que hacemos en el presente con vistas a tener runa seguridad y una tranquilidad en el futuro que nos pueda cubrir cualquier imprevisto en caso de fallecimiento o invalidez. Este seguro nos va a permitir amortizar el capital que tengamos pendiente y así evitar deudas en caso de que se produzca algún imprevisto, ya sea un fallecimiento o invalidez.
En la contratación de una hipoteca, el banco nos va a pedir que contratemos una serie de seguros vinculados, como el de vida y cuantos más productos se soliciten menos diferencial nos aplicarán.
¿Es obligatorio contratar un seguro de vida con la hipoteca?
Dentro del marco legal no se puede afirmar que el seguro de vida de la hipoteca es obligatorio aunque su contratación puede ser muy beneficiosa porque podemos utilizarlo en caso de que ocurra cualquier imprevisto.
Es importante saber que se puede solicitar el seguro de vida con otra compañía aseguradora, pero sí que es cierto que si no lo cogemos con el banco no nos darán la hipoteca.
Estos son los beneficios que conlleva el seguro de vida de la hipoteca:
Fallecimiento del asegurado y cónyuge por accidente. La persona asegurada y su cónyuge quedan protegidos ante cualquier tipo de accidente y en el caso de tener hijos menores de edad, estos serán los beneficiarios.
Anticipo del capital para pagar impuestos o sepelio. El capital del seguro de vida puede ser adelantado al beneficiario para pagar el sepelio en caso de fallecimiento del asegurado o los impuestos.
Cuotas aseguradas en caso de fallecimiento. Si el asegurado fallece, las cuotas quedarán cubiertas por el seguro de vida, por lo tanto la familia no cargará con ningún problema de liquidación.
Consejos a la hora de contratar un seguro de vida
Si queremos vincular un seguro de vida a la hipoteca, estos son los consejos que proponemos para saber si en nuestro caso es recomendable contratarlo:
Realizar un análisis de la economía del hogar. Debemos hacer un estudio de cuáles son los ingresos y gastos, así como qué beneficios nos puede aportar el seguro de vida en la hipoteca.
Pensar en las necesidades en un futuro. Después de analizar el capital del que disponemos, si nos anticipamos a nuestras necesidades futuras y creemos que podemos estar más seguros y tranquilos ante cualquier imprevisto, nos podemos plantear la contratación de este seguro.
Ajustar todas las coberturas. A parte de asegurarnos ante fallecimiento, también podemos solicitar la cobertura en caso de invalidez donde no se pueda realizar una actividad laboral.
Pensar en añadir otros seguros. Es más rentable cubrir todas las necesidades con un seguro único que añadir seguros temporales. Por ello, aconsejamos evaluar lo que conllevaría ampliar esta cobertura.
Pago de la prima. La forma de pago si se realiza al mes puede ser más beneficioso económicamente siempre que no nos conlleve un coste mayor si se realiza el pago de la prima anualmente.
