En un momento en el que acceder al crédito resulta algo más sencillo que hace apenas un año, cabe preguntarse cuál es perfil medio del hipotecado español. Según un estudio realizado por la asesoría financiera GS Financial, especializada en la gestión hipotecaria y financiación para empresas, el 80 % de quienes solicitan un préstamo hipotecario lo hace en pareja, por un importe medio de 130.000 euros si viven en Madrid o Barcelona, y de 89.000 si residen fuera de estas dos capitales. Además, en un 90% de los casos, se firma un crédito a interés variable y en un 75%, con un compromiso de pago de 30 años.
“Nos encontramos ante un perfil notablemente distinto al que encontrábamos en los años previos a la crisis”, afirma José Luis Vera, director general de la financiera. En estos últimos años, el comprador se ha hecho mucho más prudente. “Por término medio nos encontramos ante un comprador más adulto, con un nivel de estabilidad laboral importante, en un 80% de los casos nacional, y que compra en pareja para minimizar el impacto de la cuota en su economía”.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), revelan que el 89,2% de las hipotecas constituidas en agosto utiliza un tipo de interés variable, frente al 10,8% de tipo fijo. A pesar de la ofensiva lanzada por la banca para impulsar la contratación a tipo fijo, lo cierto es que el tipo variable sigue ganando por goleada. Además, los datos del INE revelan también cómo el Euribor sigue siendo es el tipo de referencia más utilizado en la constitución de
hipotecas a interés variable - el 91,8% de los nuevos contratos-, mientras que el tipo de interés medio al inicio, para las hipotecas constituidas sobre viviendas es del 3,25%.
Prudencia e improvisación por partes iguales
Frente a esta madurez financiera, la compañía -que ha analizado 600 operaciones hipotecarias- resalta dos aspectos en los que los españoles vamos a contracorriente de nuestros vecinos europeos. En primer lugar, “continuamos decantándonos, en más de un 90% por los tipos de interés variable, sin tener en cuenta que nos encontramos en la fase más baja de la curva, y cualquier acontecimiento inesperado puede cambiar esta tendencia e incrementar nuestra hipoteca hasta límites insospechados”.
La otra cuestión, añade Vera, es que “seguimos adelantando cantidades antes de tener asegurada la financiación lo que nos lleva a firmar la hipoteca, en la mayor parte de los casos, con nuestro banco de toda la vida, sin conocer nuevas ofertas de las más de 40 entidades bancarias y financieras tradicionales e incrementando en la mayor parte de los casos la cuota a pagar”, concluye.
