La inquietud crece en el seno del Banco de España porque las entidades financieras no están digiriendo bien todos los activos inmobiliarios que se adjudicaron durante la crisis, fundamentalmente a causa de impagos en los créditos que sirvieron para financiar su construcción y luego también su adquisición por parte del sector privado.
A 30 de junio pasado, según las últimas cifras oficiales publicadas este miércoles, el volumen de esos productos del 'ladrillo' que aún mantenían en sus balances ascendía a 81.000 millones de euros, apenas un 0,9%_menos que 12 meses antes. Y_eso que desde finales de 2014 la mayoría de expertos vienen apuntando una recuperación incipiente del sector inmobiliario y que la banca había estado priorizando la concesión de hipotecas respecto a sus viviendas.
A 30 de junio pasado, según las últimas cifras oficiales publicadas este miércoles, el volumen de esos productos del 'ladrillo' que aún mantenían en sus balances ascendía a 81.000 millones de euros, apenas un 0,9%_menos que 12 meses antes. Y_eso que desde finales de 2014 la mayoría de expertos vienen apuntando una recuperación incipiente del sector inmobiliario y que la banca había estado priorizando la concesión de hipotecas respecto a sus viviendas.
Lo que pasa es que en esa bolsa de activos a los que no se les ve una salida clara pesa mucho el suelo. En concreto, un tercio del total (35,3%) son terrenos y solares, cuyo valor en libros se estima en 28.500 millones, aunque esta cifra supone casi un 3% menos que hace un año. A su vez, una cuarta parte (24,9%) son edificios ya terminados, tasados en unos 20.000 millones y con una reducción del 1,1% en ese período.
Por el contrario, el resto de elementos del problema ha ganado peso en los 12 últimos meses. Así, los inmuebles en construcción en poder de la banca (valorados en unos 4.500 millones) han aumentado un 1,6% (ya suponen un 6,6% del total), mientras que los activos adjudicados que proceden de adquisiciones de viviendas suben un 0,5% y ya suponen más de una quinta parte (21,5% y 17.400 millones).
En el Banco de España hacen cuentas, de modo que «sumados los activos dudosos más los adjudicados en pago de deudas» las entidades financieras nacionales mantienen en su balance un volumen de 224.000 millones de euros «que no generan ingresos en la cuenta de resultados». Es decir, que el 8,7% de los activos totales que posee el sector resultan hoy en día totalmente improductivos y «presionan negativamente sobre sus balances, reduciendo la generación de beneficios».
Ajustar el modelo de negocio
Por eso, desde el organismo que gobierna Luis María Linde piden a los bancos españoles que ajusten su modelo de negocio, e incluso su propia estrategia corporativa, «cuanto sea necesario». A este respecto muestra su preocupación por la baja rentabilidad del negocio bancario, teniendo en cuenta un contexto de tipos de interés próximos al 0%. Y_advierte, además, de que tendrán que adecuar su organización y estructura a un entorno económico y regulatorio «muy exigente».
Estadística en mano, sólo entre mediados de 2012 y 2013 las entidades hicieron una limpieza considerable de su balance, aunque fue gracias a traspasar al llamado 'banco malo' -la Sareb, que ha puesto a la venta 3.400 casas, trasteros y plazas de aparcamiento con descuentos de hasta el 60%- gran parte de sus activos inmobiliarios. Desde entonces volvieron a crecer hasta cerrar 2014 con un volumen de inmuebles valorado en 82.500 millones, reducido este año de forma mínima.