El aumento de las ventas de viviendas, que los precios hayan dejado de caer en la mayor parte del territorio y el repunte del número de visados para la construcción de casas no significa que ya se pueda hablar de recuperación total en el mercado inmobiliario.
Esta es una de las conclusiones que arroja el III Informe del Observatorio de la Valoración, elaborado por la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), que además subraya que estos buenos indicadores ni siquieran son reflejo del crecimiento del PIB y del empleo que se está produciendo en España desde hace algo más de un año.
¿Por qué? El 95% de los expertos consultados por esta asociación, pertenecientes al sector de la valoración y relacionados con la actividad inmobiliaria, considera que aún persisten importantes barreras para que mejoren aún más las ventas de pisos y se recupere el precio de los inmuebles. Se trata sobre todo de los contratos precarios y salarios bajos que están caracterizando a buena parte de ese empleo nuevo, que además se concentra entre las cohortes de población más jóvenes, “la franja social que tradicionalmente ha representado el grueso de la demanda”, indica el estudio.
Así, los especialistas consultados aseguran que se está gestando “una conciencia inmobiliaria muy distinta” en la nueva generación de posibles compradores, basada en “el clima de crisis, los nuevos modelos de familia, la precariedad laboral o la migración forzada que requiere de cambios estructurales fundamentales”. Esto está provocando, en opinión de esta asociación, entre otras cuestiones, que exista hoy una mentalidad distinta hacia la compra de vivienda.
Así, mientras los adultos de mediana edad continúan apostando mayoritariamente por la compra de vivienda, los más jóvenes se inclinan por el alquiler. Y no lo hacen solo por cuestiones económicas, sino también movidos por la precariedad laboral, lo que hace hoy mucho más probable tener que modificar su lugar de residencia en busca de un empleo mejor.
La mayor concesión de hipotecas no lo es todo
Otro aspecto que puede inducir a error y llevar a pensar que la mejora del mercado es absoluta es el relacionado con la actividad hipotecaria, recuerdan desde la Asociación Española de Análisis de Valor. El hecho de que ahora se estén concediendo más préstamos no debe llevar a la conclusión de que ha aumentado ostensiblemente la demanda solvente de vivienda. De hecho, las entidades otorgan más hipotecas que en plena crisis porque tienen más capacidad para hacerlo y contratan esos créditos con criterios mucho más rigurosos que en el pasado.
Esto significa que los nuevos compradores de vivienda deben acudir al banco con una “significativa cantidad de recursos propios”, para hacer frente a la parte del precio que no van a financiar, lo que deja fuera del mercado a una parte importante de la demanda.