Es un término ampliamente extendido en la jerga inmobiliaria. Especialmente entre las agencias de comunicación y los anuncios de venta de viviendas, pero en realidad se trata de un vocablo inventado expresamente por el sector inmobiliario para atraer la atención de los potenciales compradores de una vivienda. Se trata de la expresión 'finca regia', que hace referencia a edificios señoriales y majestuosos, pero que, tal y como denuncian desde la inmobiliaria Monapart, "se está empleando en exceso y engañosamente para atraer la atención del potencial comprador".
"No se trata de un concepto técnico, sino de una invención del sector inmobiliario que está abusando del término para atraer la atención del comprador", alerta Ingrid Anguera, asesora inmobiliaria en la zona del Eixample de la oficina Monapart Barcelona. Basta realizar una búsqueda en los principales portales inmobiliarios para hacernos una idea de los inmuebles que se anuncian bajo esta atractiva etiqueta, muy extendida en la Castellana y los barrios de Salamanca y Chamberí, en Madrid, y en el Eixample de Barcelona.
¿Cómo son las viviendas de una finca regia?
"Son aquellos edificios señoriales, en muchos casos con nombre y apellidos, con más de 60 años y múltiples detalles pomposos como porticones de madera o de hierro forjado y vidrio, escalinatas, porterías decoradas con frisos, techos artesonados, y en ocasiones con frescos en las paredes", explica Anguera. Al igual que ocurre con el edificio, las viviendas mantienen el mismo estilo suntuoso. Suelen tener techos con artesonados, suelos de mosaico hidráulico, puertas de madera maciza, grandes balcones en la fachada principal y galería en la parte posterior de la vivienda.
Se trata de viviendas de gran tamaño que dan a dos fachadas, una principal con balcones a la calle y otra posterior que da a la galería. Con habitaciones muy amplias, pensadas para un mobiliario enorme. Si bien, tal y como explica Anguera, "hoy en día muchas de ellas han sido divididas en dos para adaptarlas mejor a las necesidades de las familias actuales".
En Barcelona, afirma Anguera, “encontramos múltiples fincas regias en el Eixample. Algunos de estos ejemplos son la Casa Malagrida, la Casa Josep Padró, la Casa Thomas o la Casa Francesc Tarragó, nombres y apellidos de quienes fueron sus impulsores”. Fincas que en Madrid se concentran en el Paseo de la Castellana y los barrios de Chamberí, Salamanca y en el centro de la capital.
“En nuestro patrimonio inmobiliario existe un extenso catálogo de propiedades singulares y con encanto, viviendas perfectas para personas que dedican gran atención a la belleza, los detalles y el estilo de vida, pero que no podemos definir como regias, pues estaríamos faltando a la verdad con el único objetivo de atraer la atención del potencial comprador.”
Estas son las conclusiones del análisis realizado por Monapart, una red de agencias inmobiliarias centrada en un producto muy seleccionado: viviendas con encanto. Una categoría distinta al posicionamiento inmobiliario tradicional del lujo o no lujo. Se trata exclusivamente de viviendas bonitas, para personas que dan importancia a la calidad y apariencia de su hogar.