Nubes sobre el mercado inmobiliario londinense. Los altos precios, la fortaleza de la libra por las turbulencias en las divisas emergentes y los nuevos impuestos han provocado una menor demanda extranjera de pisos de lujo, lo que ha hecho que las promociones en el distrito de Nine Elms, el mayor de Europa de vivienda nueva de alto standing, no se haya vendido.
Según recoge la agencia Bloomberg citando a Lonres, proveedor de datos inmobiliarios, casi el 30% de las viviendas nuevas de este distrito llevan más de un año en el mercado. El dato, que no incluye las ventas directas de los constructores, es mucho peor que el 12% de los mejores lugares de la capital británica.
La clave viene de la menor demanda internacional, que en 2013 supuso la mitad de las operaciones en el centro de Londres. A los altos precios de la ciudad se unen las turbulencias en los mercados emergentes, con muchas divisas desplomándose. Un golpe, por ejemplo, para los inversores malayos, que supusieron casi un tercio de las 866 viviendas de la primera fase del proyecto Battersea Power Station, y que ahora ven como el coste se ha disparado un 30% por la fortaleza de la libra frente al ringgit malayo.
"Los extranjeros han sido la principal fuente de demanda en los últimos años, pero parece que se está desvaneciendo", explica Hemant Kotak, analista de Green Street Advisors. "Es improbable que los locales se queden con la creciente oferta, especialmente con las expectativas de subidas de tipos de interés".
Los constructores de Nine Elms, con 18.000 viviendas planificadas, han realizado diferentes giras desde Singapur a China para intentar colocar unas viviendas que oscilan entre las 495.000 libras (más de 680.000 euros) por un estudio hasta 30 millones de libras (41,5 millones de euros) por un ático.
La especulación también entra en juego. Los inversores que dieron la señal hace dos o tres años, necesitan vender los pisos para evitar el pago de impuestos, explica Mayad Rassam, bróker inmobiliario de Mutual Finance.
La debilidad de la demanda se ha trasladado ya a los precios. Según Lonres, alrededor de la mitad de las casas en construcción o recientemente finalizadas tuvieron que bajar de precio este año antes de ser vendidas. Además, el valor medio de las operaciones cayó en unas 132.000 libras, hasta 818.000 libras en 2015, según la inmobiliaria Foxtons.
Aunque el ejemplo de Nine Elms toca a la vivienda de lujo, hay síntomas más generales de problemas en el mercado residencial de Londres, y las ventas cayeron un 26% interanual en mayo.
El mercado londinense es "una burbuja distinta de cualquier otra burbuja porque está fomentada por el capital internacional, cuando las anteriores la causa fue el crédito hipotecario", explica Peter Rees, profesor del University College de Londres. "No tengo ni idea de cuándo va a acabar esta burbuja".
Fuente: http://www.eleconomista.es/