Antes de la pasada crisis económica, los sorteos de viviendas de protección oficial (VPO) se vivían como los de la Lotería de Navidad. Las personas que habían presentado una solicitud para optar a la compra de uno de estos pisos acudían al recinto donde se celebraban estas rifas para conocer en directo quién tenía la suerte de salir prácticamente con las llaves de su nuevo hogar.
Los elegidos por el azar lo celebraban como si les hubiera tocado el Gordo o su equipo de fútbol acabara de meter un gol, para desesperación del resto de los asistentes, que miraban con cara patibularia a los afortunados. Con la crisis, la financiación a la compra de vivienda se complicó y muchos tuvieron que renunciar a esta inversión, incluso con el boleto de la VPO_en el bolsillo.
El escenario económico va cambiando poco a poco a mejor y los tipos de interés están en mínimos históricos. Fluye otra vez el crédito a particulares y empresas.
Con esta coyuntura, Kutxabank ha lanzado la primera emisión en España de bonos para proyectos socialmente responsables. Son cédulas que financiarán todas las operaciones relacionadas con el ámbito de las viviendas de VPO, desde la compra al alquiler, pasando por su promoción.
La emisión del banco vasco, la tercera en cédulas hipotecarias de su historia, tiene un importe de 1.000 millones y un plazo de amortización de diez años. Ha sido cubierta en su mayor parte por inversores institucionales, como fondos de inversión especializados del centro de Europa. Este respaldo “ratifica la confianza de los mercados en la entidad vasca”, según fuentes de Kutxabank.
Ese capital extranjero ha llegado atraído por la oferta de rendimiento de los bonos, que tienen hasta 35 puntos básicos sobre midswaps, la referencia utilizada en estas operaciones. La demanda ha superado el importe de la operación.
Los colocadores de la emisión han sido los bancos Commerzbank, Crédit Agricole, HSBC y Natixis, bajo supervisión de Sustainalytics. Esta última una agencia de calificación especializada e independiente que verifica el cumplimiento de las emisiones de bonos destinados a proyectos socialmente responsables o sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
La emisión ha sido valorada por las agencias internacionales Moody’s y S&P, con una calificación a largo plazo de Aa2 y A, respectivamente. Desde el banco que preside Gregorio Villalabeitia han manifestado que el proyecto tendrá “un impacto social positivo”, al posibilitar el acceso a viviendas de protección oficial a personas con menor poder adquisitivo.
En esta línea, en el grupo comentan que “la vertiente de bono socialmente responsable encaja con la vocación social histórica de las entidades que dieron origen al banco” y son sus actuales accionistas, las fundaciones de la antiguas cajas vascas BBK, Kutxa y Vital.
Kutxabank, durante el primer semestre del ejercicio en curso, ha cubierto el 85% de los créditos formalizados en Euskadi en relación con la adquisición de pisos de VPO.
En el mercado hipotecario vasco, el banco mantiene su liderazgo con una cuota del 35%. Las cédulas hipotecarias, como las de la emisión citada, son títulos de renta fija cuyas garantías son la propia cartera crediticia y el balance de la entidad financiera correspondiente. En el caso de Kutxabank se trata de uno de los bancos más capitalizados del sector financiero.
En otro ámbito, Kutxabank ha constatado que las pymes reactivan su financiación, además, en inversiones productivas que anteceden planes de futuro de las empresas. Durante la etapa de la crisis, las compañías prácticamente se limitaban a inversiones de mantenimiento.
Fuente: http://www.cincodias.com/