Si nunca te interesaste por los asuntos relacionados con el dinero, el día que te plantees comprar una vivienda en propiedad y necesites pedir una hipoteca, probablemente te equivocarás al elegir banco y préstamo.
Tan malo es ser tremendamente exhaustivo comparando condiciones y ofertas a la hora de pedir un préstamo, como desentenderse y agarrarse a la primera opción que se te presente.
Pedir un hipoteca en un banco, es una decisión de contratación con un grado de implicación alto. Básicamente porque te vas a comprometer a cumplir unas condiciones durante muchos años y tiene sentido que inviertas cierta cantidad de tiempo valorando alternativas.
Te contaré un par de historias de gente cercana que me contó su experiencia el proceso de pedir hipoteca y que representan en cierto modo, los dos casos extremos a evitar. ¿Quieres saber cuál es el secreto para pedir una hipoteca sin equivocarte?
Tengo un amigo ingeniero, que cuando tuvo la necesidad de pedir una hipoteca para comprarse su primera vivienda, se recorrió prácticamente todas las entidades financierasde la ciudad.
Tanto es así que llegó a hacerse una hoja Excel con un resumen de todos los condicionantes de las ofertas y elaboró un sistema para compararlas de forma homogénea. Y de ese modo poder elegir la mejor hipoteca del mercado en ese momento.
Puede que influyese su perfil profesional. No sé si todos los ingenieros harán lo mismo, pero este en concreto que era ingeniero en organización industrial, tenía en cuenta absolutamente todo.Más allá incluso de las condiciones más habituales como comisión de apertura, coste de los seguros, domiciliaciones etc. También valoraba las comisiones de la cuenta, las tarjetas, si cobraban o no al sacar de otros cajeros, el número de oficinas que tenía, el coste de los cheques, si había o no regalo nómina de bienvenida, etc.
Era alucinante. A mí me lo enseñó poco después de escriturar, en una especie de alarde de su capacidad de análisis y con un cierto aire de superioridad, a sabiendas que yo trabajaba en el sector y podía haberle aconsejado. Pero no lo hizo y estimo que él había actuado de forma mucho más audaz, acribillando a preguntas en cada banco al que visitó, para elaborar su tabla comparativa antes de pedir una hipoteca. Despreciando por supuesto cualquier consejo o influencia comercial, de los empleados de las distintas entidades que visitó.
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