Los bancos están evitando vender los activos a pérdidas y esperan en cambio a que las condiciones de mercado mejoren significativamente” para incrementar su ritmo de ventas, avanzaba en mayo un informe de la agencia de calificación de riesgo Moody´s sobre la gestión de la banca española de los 83.000 millones de euros en ladrillo que aún pesan en sus balances.
Un axioma que ha quedado demostrado a tenor de las cifras ofrecidas por las distintas entidades durante la última ronda de presentaciones de resultados. La promesa de una revalorización de los activos en el medio plazo, cimentada en los menores descuentos que ya aplica la banca al vender sus inmuebles adjudicados, ha llevado a la mayoría de grandes entidades a reducir su velocidad comercial en pos de la obtención de mayores rentabilidades en el futuro.
En concreto, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Popular y Bankia han llevado a cabo la venta de 32.397 inmuebles en los seis primeros meses del año, lo que supone un descenso del 18% respecto a las 39.241 transacciones alcanzadas en el primer semestre de 2014.
Las operaciones, eso sí, se están cerrando con descuentos medios que llegan a situarse en el 35% frente a las rebajas de hasta el 60% sobre el valor en libros que se veían obligadas a aceptar las entidades hace solo un par de años para soltar el lastre absorbido tras la explosión de la burbuja inmobiliaria. Algunas entidades, incluso, están obteniendo ya plusvalías con la venta de sus inmuebles.
Es el caso de BBVA, que en el último trimestre ha obtenido 36 millones en plusvalías sobre un volumen de inmuebles vendidos de 456 millones. Este cambio de tendencia ha permitido a la entidad reducir a 300 millones las pérdidas cosechadas en el semestre por su área inmobiliaria, lo que supone moderar un 35% las cifras negativas que sufría un año antes. Un logro que consigue reduciendo a la mitad el número de inmuebles vendidos, con 5.190 transacciones hasta junio, frente a las 11.402 operaciones del ecuador de 2014.
También logra este hito Banco Santander, que fue de las entidades más activas en dar salida a los pisos adjudicados en un primer momento pero que acumula ya varios trimestres reduciendo su actividad. En el primer semestre, la entidad ha vendido 5.200 inmuebles frente a los 6.000 que comercializó en los primeros seis meses de 2014. “No estamos vendiendo con pérdidas sobre lo provisionado, vendemos con algún beneficio” revelaba su consejero delegado, Juan Antonio Álvarez en la presentación de resultados. Esta circunstancia les ha permitido cerrar el periodo marzo a junio con “la menor pérdida en el trimestre desde que se constituyó” el área inmobiliaria de la entidad.
Banco Sabadell, por su parte, ha reducido un tercio su volumen de venta de inmuebles, pasando de los 7.541 de mediados del año pasado a 5.190 en este primer semestre de 2015, pero lo hace con menores descuentos. Concretamente con una rebaja sobre el valor bruto del 46,4% frente al 52,4% del año pasado o el 60% que llegaba a rebajar en 2013.
CaixaBank, a su vez, ha llevado a cabo 5.907 ventas frente a las 7.392 del primer semestre de 2014 (pasa de 11.500 a 9.476 transacciones incluyendo alquileres) y también celebra que “la mejora de los indicadores del sector inmobiliario mejora el porcentaje de pérdidas en ventas”.
La excepción a esta tendencia la marcan Bankia y, sobre todo, Popular, que han multiplicado su ritmo de ventas en el primer semestre. La primera pasa de los 3.345 inmuebles vendidos a junio de 2014 a 4.135 en el último semestre, con descuentos ya del 35% y perspectivas de aprovechar desde ya la mejora del mercado.
Pero el gran salto lo da Popular que pasa de vender 1.172 inmuebles a 4.135 duplicando ingresos y pasa de ser la entidad con menos actividad inmobiliaria a encabezar el ranking comercial. Pesan en este cambio la toma de control de su inmobiliaria Aliseda por los fondos Kennedy Wilson y Värde Partners así como el foco que ha puesto la cúpula de la entidad en “acelerar la reducción” de su carga de ladrillo “sin buscar plusvalías”.
Otras claves
Sareb
Al igual que le ha ocurrido a buena parte de la gran banca, Sareb ha reducido en un tercio su ritmo de ventas en el primer semestre del año. Concretamente ha pasado de vender 8.104 pisos en los seis primeros meses de 2014 a 5.400 entre enero y junio de este año. Los responsables de Sareb dan por hecho ya que incumplirán el objetivo de ventas de 15.000 inmuebles en el año. “No hacemos ventas en pérdidas”, avanzan, lo que indica que esperarán a vender también cuando el mercado mejore.
179 ventas al día
Esta estrategia ha supuesto un frenazo a la velocidad crucero que la banca había alcanzado en la venta de inmuebles, con un promedio de más de 230 operaciones al día para el conjunto del sector. Esta cifra ha caído ahora por debajo de las 180 operaciones por jornada. En los extremos destacan Popular, que ha saldado 36 inmuebles al día de media este año y Bankia, con 22 operaciones por jornada.
Los dos modelos
La estrategia de la gran banca a la hora de gestionar su carga de ladrillo goza de dos modalidades. Buena parte de las entidades optaron por externalizar sus inmobiliarias dando entrada a fondos. Así, Santander vendió el 85% de Altamira al fondo Apollo; CaixaBank traspasó el 51% de Servihabitat a TPG (Texan Pacific Group); Popular vendió otro tanto al consorcio formado por Kennedy Wilson y Värde Partners y Bankia cedió la gestión de su ladrillo a Cerberus, que creo la plataforma Haya Real Estate. Sin embargo, Anida, que sigue en manos de BBVA, y Solvia, de Sabadell, seguían ofreciendo unos de los mejores resultados del sector hasta ahora, cuando se ha impuesto la estrategia de retrasar las ventas hasta que mejore el mercado.