El año que viene la demanda de vivienda superará las 400.000 casas y los precios subirán de media un 4% en ubicaciones selectivas. Para este 2015 los precios se encarecerán un 2%. Es el análisis que realiza Bankinter en su informe semestral del mercado inmobiliario.
No obstante, la entidad ha tenido que revisar a la baja sus previsiones. “Consideramos que el ciclo de recuperación actual no generará un nuevo boom de la demanda de vivienda, pero sí se están creando las condiciones para que las compraventas se incrementen a lo largo de este año hasta 380.000 viviendas y en 2016 hasta 420.000 viviendas, lo que supone revisar levemente a la baja nuestras estimaciones publicadas en febrero en las que estimábamos una demanda de 450.000 viviendas en 2016. En consecuencia, la cifra de venta de viviendas nuevas se situará en 2015 en una cifra cercana a 50.000 casas nuevas y repuntará en 2016 hasta un rango 70.000 a 80.000 viviendas nuevas”.
La entidad explica que el mercado inmobiliario español prosigue su senda de recuperación caracterizada por el incremento de las operaciones de compraventa y el incipiente repunte de los precios. La mejora en el empleo, los reducidos costes de financiación y el mayor atractivo de la vivienda como inversión frente a otras alternativas serán catalizadores de la demanda. “El repunte de la demanda junto con la escasez de oferta en ubicaciones selectivas permitirá un tímido repunte de los precios este año, que podría extenderse en 2016 a más ciudades y alcanzar un incremento promedio del 4%”. Y puntualiza el informe: “el ajuste de los precios ha concluido y 2015 será el año de la estabilización previa al repunte”.
Las principales razones que llevan a Bankinter a prever un aumento muy contenido de los precios son el moderado crecimiento de la demanda y el elevado stock de vivienda a precios con descuento. La oferta de viviendas adjudicadas por las entidades financieras y transferidas a Sareb con un descuento medio del 54% en el caso de viviendas terminadas y 63% en las promociones en curso seguirá provocando que se cierren operaciones a precios reducidos. Asimismo, ventas de viviendas a precios de derribo en áreas alejadas de las grandes ciudades seguirán presionando a la baja los precios medios de venta.
La promoción inmobiliaria está despertando de su letargo. La construcción de vivienda no volverá a alcanzar los niveles máximos en los años de la burbuja inmobiliaria. No obstante, la escasez de oferta en zonas premium y el agotamiento en algunas áreas de las grandes ciudades está permitiendo que la actividad promotora comience a resurgir de sus cenizas. Esta incipiente recuperación se está poniendo de manifiesto en dos variables: crecimientos de los visados de obra nueva e inversión en construcción.
Además, el sector inmobiliario vuelve a presentar oportunidades de inversión. Bankinter considera que la mejor alternativa es la compra de activos inmobiliarios localizados en ubicaciones “prime” de las grandes ciudades y centros turísticos, con un objetivo de rentabilidad neta en el entorno del 3% y un horizonte de inversión mínimo de tres a cinco años.
Fuente: http://www.elpais.com/