Los edificios de Amancio Ortega (y otros españoles) en Londres


En un primer vistazo, la última compra inmobiliaria de Amancio Ortega en Londres es algo decepcionante. A medio desarrollar, el edificio comprado por el dueño de Inditex, cuenta apenas con una tienda de Primark, y es uno de los edificios más pequeños del final de Oxford Street, junto al metro de Tottenham Court Road. Pero la clave está en lo que no se ve. El edificio está en plena ampliación en una zona que va a ser un próximo boom inmobiliario gracias al futuro Cross Trail, el tren que llegará al centro de la capital británica desde más allá de Heathrow en 2018.

Pontegadea, el family office de Ortega, es el protagonista absoluto de las compras inmobiliarias españolas en la capital del Reino Unido. La de Oxford Street, por valor de 550 millones de euros, ha sido la última de varias grandes operaciones. Al otro extremo de la misma calle, la firma compró Lumina House a la entrada del barrio de Myfair y de Bond Street, la zona con el metro cuadrado más caro del país, a más de 200 euros el metro cuadrado por mes, por el que pagó 190 millones de euros.
La penúltima compra del dueño de Inditex, fue la sede de la minera Rio Tinto, en la exclusiva St James Square, por 366 millones de euros y una rentabilidad inicial del 3,89% (ingresos en un año respecto al precio de compra), según los datos de la consultora JLL. Este edificio de 35.000 metros cuadrados se encuentra actualmente en remodelación y cuenta con el 30% de su superficie actualmente disponible. A finales de 2013, Pontegadea también adquirió Devonshire House, por 560 millones, un gigantesco edificio comercial y de oficinas en Picadilly, frente al Hotel Ritz, que le otorga unos ingresos de 23 millones, según JLL.
Los inversores españoles se han visto atraídos por el imán inmobiliario en el que se ha convertido Londres en los últimos años. Londres y su área metropolitana es la ciudad donde más invierte en el sector, con más de 41.000 millones al año, por delante de Nueva York y Tokio, con datos proporcionados por JLL. En el pasado año, los recursos destinados al subsector de oficinas ha crecido un 13% y el de retail un 19%. Los fondos, el private equity y los inversores institucionales, por ese orden, encabezan los desembolsos, con importante aumento de los fondos soberanos asiáticos.
Por nacionalidades, los inversores españoles se situaron en novena posición en volumen de inversiones desde 2013. Y eso a pesar de que el valor del mercado se han recuperado rápidamente del crash de 2007. Desde 2010, solo en Londres, “el precio de los activos ha ascendido un 78% y ya están un 20% por encima de los máximos precrisis”, explica Chris Ireland, presidente para el Reino Unido de JLL. En el West End, la zona más cara de oficinas, además de la City financiera, los activos escasean, con una disponibilidad de oficinas de solo el 3,2% sobre el total, por lo que cualquier edificio es un bien muy preciado.
En el último año, solo las inversiones de Pontegadea superaron los 900 millones. Y las ventas de inversores españoles, entre las que se encontraba el Santander y Allegra (de la familia Losantos, exdueños de Riofisa), superaron los 620 millones.
Entre las últimas grandes operaciones con intereses españoles se encuentra la compra, por 490 millones, del antiguo Ministerio de Guerra ocupado por Wiston Churchill en la última contienda mundial. El grupo indio Hinduja lo adquirió el pasado diciembre, con presencia minoritaria de OHL, donde el grupo de Villar Mir ejerce de desarrollador de un futuro hotel y de apartamentos de lujo. Otro de los proyectos españoles más llamativos es la reconversión del histórico Arco del Almirantazgo en un hotel boutique, impulsado por el inversor Rafael Serrano.
Fuente: http://www.cincodias.com/
 
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