La gran banca vende 236 inmuebles al día en el primer trimestre del año



La gran banca española parece haber alcanzado cierta velocidad crucero en el ritmo de venta de inmuebles. En el primer trimestre del año, las seis mayores entidades del país han comercializado un total de 21.221 inmuebles lo que supone un ritmo medio de ventas de 236 pisos al día, apenas un 4% por debajo de los 246 que saldaban en el mismo periodo del año anterior.

Aunque, en un mercado fuertemente sujeto a la estacionalidad en el que tradicionalmente el cuarto trimestre arroja transacciones muy superiores al primero de cada año, los resultados revelan una cierta estabilización después de que el traspaso del grueso de las inmobiliarias de la banca a fondos de inversión disparara las ventas un 57% en el arranque de 2014. Con todo, este impulso no permite aún al sector reducir la pesada carga de ladrillo de sus balances.
“Con la excepción del traspaso parcial a Sareb, el llamado banco malo español, el stock de inmuebles embargados en el balance de los bancos españoles ha aumentado constantemente desde el inicio de la crisis financiera en 2008”, exponía esta semana la agencia de calificación de riesgo Moody´s en un informe sobre el sector.
Los últimos datos recopilados por el Banco de España revelan, efectivamente, que la carga inmobiliaria de la banca a cierre de 2014 era aún de 83.409 millones de euros. Aunque la cifra superó los 100.000 millones en 2012, fue fundamentalmente el traspaso de la carga tóxica de la banca asistida a Sareb lo que logró reducirla a 75.000 millones, momento desde el cual la cifra ha continuado aumentando porque el ritmo de ventas no supera aún el de nuevas adjudicaciones.
“Los bancos están evitando vender los activos a pérdidas y esperan en cambio a que las condiciones de mercado mejoren significativamente” para incrementar su actual ritmo de ventas, concluyen los expertos de Moody´s.
El elevado volumen de provisiones ya realizado por el sector y la progresiva estabilización de precios en el mercado amenazan, además, con ir moderando este achique de ladrillo a la espera de mayores rentabilidades. Así lo reconocía a este diario hace unos días Javier de Oro, director de activos inmobiliarios de Aliseda.
La inmobiliaria de Banco Popular es una de las plataformas que más ha mejorado desde el traspaso de su 51% a los fondos de inversión Kennedy Wilson y Värde Partners, llegando a duplicar su ritmo de ventas durante 2014 y siendo la única entidad que incrementa la comercialización en el arranque de este año.
Con todo, exponía De Oro, su “objetivo no es vender por vender”. “No me extrañaría que el banco, en un momento dado, diga parad, vamos a fijarnos en la rentabilidad”, avanzaba sobre una posible freno a las ventas en el medio plazo.
De momento, el sector parece cómodo con la velocidad crucero alcanzada en términos de venta de inmuebles aunque esta no permita reducir la cartera de adjudicados. Después de todo, pese al descenso del 4% en el número de ventas, las seis mayores entidades financieras españolas han mantenido prácticamente el volumen de ingresos logrado en el primer trimestre en el entorno de los 3.000 millones (2.469 millones sin contar a Santander, que no facilita los datos pero que el año pasado ingresó 700 millones en el mismo periodo).
Banco Sabadell explica que este fenómeno se produce porque “se reducen los descuentos” a la par que “aumentan las ventas con importe superior a los 100.000 euros”.
Desde Moody´s advierten que la exposición total de la banca al ladrillo, sumando a los activos adjudicados los préstamos a promotores e inmobiliarias susceptibles de convertirse en nuevas adjudicaciones, suma 300.000 millones de euros.
“Sólo si la tibia recuperación del mercado inmobiliario en 2014 gana impulso los bancos serían capaces de reducir sustancialmente el muy elevado stock de activos inmobiliarios problemáticos”, sostienen sus analistas.
Fuente: http://www.cincodias.com/
 
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