A la mejora de la coyuntura laboral y la vuelta del crédito se une un tercer factor que no es desdeñable:las compras de viviendas por parte de los extranjeros. En términos absolutos, los foráneos adquirieron el año pasado un total de 72.637 inmuebles en España, lo que representa un 19,3% más que un año antes y el tercer ejercicio consecutivo de incrementos. Además, esta cifra representa el 19,2% de todos los inmuebles vendidos, lo que significa que casi una de cada cinco viviendas de las que se compran al año es adquirida por un extranjero.
El detalle de la estadística de los notarios permite distinguir entre las operaciones efectuadas por los residentes y los no residentes y aunque ambas muestran claros síntomas de recuperación, lo cierto es que ofrecen una realidad bien diferente.
Mientras que el boom demográfico que protagonizó la inmigración había hecho que tradicionalmente pesaran mucho más las operaciones efectuadas por los residentes que por los no residentes, en 2011 ambas curvas se cruzaron y desde entonces ya son más las transacciones realizadas por los extranjeros que no viven en España.
Es más, la serie de los notarios constata que esas 38.349 viviendas vendidas a no residentes suponen aumentar los mejores registros de la estadística (esa cifra equivale al máximo desde 2007) y, sin embargo, las más de 92.000 casas que compraban al año los inmigrantes no han vuelto a repetirse. Esto prueba losefectos devastadores que ha tenido la crisis también sobre la capacidad de compra de vivienda de los inmigrantes.
En cuanto a los no residentes, ¿quiénes son los que más compran? En la primera y segunda posición no ha habido cambios. Británicos y franceses continúan siendo por un amplio margen los que más se decantan por España como destino de sus segundas residencias. Los británicos, además, crecieron nada menos que un 53,4% el año pasado respecto a las operaciones de 2013, como consecuencia lógica de lasólida recuperación de su economía, la que más crece de la UE.
Sin embargo, en el cómputo general de lo ocurrido en toda la crisis están en negativo, ya que los británicos compraban más de 15.500 casas en 2007 y en 2014 contabilizaron 7.956 transacciones, el 48%menos. El tercer lugar de ese ranking es el que ha estado bailando más en los últimos años. En 2013, lo ocuparon las compras efectuadas por los rusos, mientras que el año pasado éstos bajaron hasta el sexto lugar, sin duda, lastrados por el grave empeoramiento de la situación internade su país y la depreciación de su moneda frente al euro.
Así, en 2014 por detrás de británicos y franceses, los belgasfueron quienes más inmuebles compraron en España, seguidos de alemanes y suecos. Por detrás de los rusos se situaron los noruegos, los ciudadanos de los Países Bajos y los italianos. Y aunque en términos absolutos aún no son muchas las compras que realizan, destaca la progresión protagonizada por los chinos. Si en 2007 adquirieron siete casas en España, en 2014 compraron 370, nada menos que un 5.185% más.
Iniciativas para paliar el deterioro de la imagen
Una de las causas que explican que a comienzos de la crisis se desplomara tanto la compra de inmuebles por parte de los extranjeros no residentes hay que buscarla en las campañas de desprestigio tan duras que realizaron algunos países europeos contra España. Las noticias sobre corrupción urbanística y las casas propiedad de extranjeros sobre las que pesaba orden de demolición por carecer de los permisos pertinentes perjudicaron y de qué manera la imagen del sector español.
Todavía hoy se siguen emitiendo de vez en cuando programas en las televisiones de Reino Unido y otros países donde se denuncian esas prácticas, algo que las autoridades españolas siguen combatiendo para paliar el deterioro de la imagen de todo un mercado. “No se puede perjudicar a toda una actividad por hechos puntuales”, defienden desde una de las principales tasadoras del país. Así, para 2015 se prevé un mercado en el que múltiples actores desarrollen cada vez más operaciones de calado. Los más activos serán los fondos internacionales, las socimis, la Sareb y las entidades financieras, para lo que será crucial esa mejora de la imagen internacional de España. Y es que, las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis) serán un vehículo de inversión “muy interesante para los minoristas”, coinciden los expertos, quienes creen que sus requerimientos de inversión, así como la llegada de nuevas compañías presionarán al alza los precios de los inmuebles en el futuro.
Fuente: http://www.cincodias.com/