La caída de los precios de la vivienda ha dejado algunas gangas en las zonas costeras. Así, ahora que se están reactivando la compraventa de viviendas y también el mercado hipotecario, con ofertas hipotecarias cada vez más asequibles, adquirir una segunda residencia en la playa está ya no es algo exclusivo para grandes inversores. De hecho, es un práctica que se está generalizando y en torno a un 10% de los que compran un piso en la playa no lo hacen por capricho, sino como instrumento de ahorro de cara a la jubilación, según datos de la Red Alfa Inmobiliaria.
En un momento en el que se insta a aumentar el ahorro de cara al futuro, con planes de pensionesprivados ante las sombras que se ciernen sobre el futuro de las pensiones públicas, algunas personas están comprando pisos en la playa con el objetivo de mudarse a ellos cuando les llegue el momento de jubilarse y alquilar su primera vivienda.
"El futuro de las jubilaciones en España no es muy halagüeño. Según las previsiones, cada año nos jubilaremos más tarde, cotizaremos más tiempo y perderemos poder adquisitivo para garantizar la viabilidad del sistema. Ante este panorama, cada vez son más los españoles que buscan herramientas de ahorro destinadas básicamente a hacer más llevadero este tramo de la vida", destacan desde Alfa Inmobiliaria.
La inmobiliaria reconoce que existe un creciente interés por las viviendas de playa que permiten reproducir un tipo de vida similar al de la ciudad. “El comprador tradicional de costa, hasta hace poco primaba por encima de todo que la vivienda estuviera en primera línea de playa. Hoy son muchos los compradores que buscan que esté en el centro comercial de la localidad, cerca de servicios médicos, zonas comerciales y de ocio, bien comunicado por transporte público", afirma Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
En definitiva, buscan adquirir una vivienda a la que trasladarse en su jubilación con la intención de alquilarla que hasta el momento ha sido su residencia habitual, beneficiándose de una propiedad más económica, ubicada especialmente en zonas cálidas de la costa mediterránea, aprovechando la importante caída de precios en la costa y obteniendo unas rentas adicionales.
En las más de 110 oficinas que Alfa Inmobiliaria tiene repartidas por el país, esta operación es cada vez más frecuente. Los compradores, con su vivienda familiar pagada, llegan buscando un piso más económico en la costa. El objetivo es, llegada la jubilación, trasladarse a la nueva vivienda y alquilar su primera propiedad. De este modo, sumando la pensión y las rentas inmobiliarias, poder disfrutar de una tranquila jubilación en un destino más económico.
A este panorama, los expertos de la compañía añaden que si bien este tipo de viviendas han sido las más golpeadas por la crisis, para los próximos años se prevé una subida de precios del 10% aproximadamente, “con lo que haría la operación más interesante aún”, concluye Duque.
Los destinos preferidos son las viviendas de la costa mediterránea, donde el precio ha bajado cerca de un 50%
Fuente: http://www.cincodias.com/