En el primer trimestre de este año los socios de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV), que disponen de una cuota superior al 85% de la actividad agregada del sector, realizaron 166.575 nuevas tasaciones de inmuebles por un importe agregado de más de 65.000 millones de euros. Tales cifras suponen un incremento del 23% sobre las cifras del mismo trimestre de 2013.
Los incrementos positivos alcanzan a prácticamente todos los tipos de inmuebles: desde las viviendas individuales en las que las nuevas valoraciones ascendieron a 127.500 frente a las 110.000 del año anterior y por un importe agregado de 20,7 miles de millones de euros (18,0 en 2013), hasta los edificios completos o los locales comerciales en los que, no obstante, los incrementos están por debajo de la media. Además, lastasadoras miembro de la AEV mantuvieron las actualizaciones de valor en términos semejantes al mismo período del año anterior en el que llegaron casi a los 780.000 millones de euros.
Estas cifras suponen el primer incremento desde 2006, en cuyo primer trimestre el sector llegó a tasar, según cifras del Banco de España, más de 486.000 inmuebles por un importe agregado de algo más de 212.000 millones de euros. “Sin embargo, este aumento en la actividad no procede de una mejora en los valores medios del metros cuadrados estimados en las tasaciones aunque es cierto que los datos apuntan a una reducción en ritmo de caída de esos valores unitarios”, explica José Manuel Gómez de Miguel, secretario de la AEV.
Reducción del valor medio del metro cuadrado de las viviendas
El valor de tasación medio del metro cuadrado de las viviendas en alturavaloradas este trimestre se ha reducido un 6,8% respecto a 2013: el valor unitario se situó en 1.334 euros por metro cuadrado, cuando un año antes estaba en 1.431 euros y dos años antes en 1.575 euros. Esa caída se transforma en cifras estables para las viviendas unifamiliares con valores medios por metro cuadrado de 1.180 euros en 2014 y 1.170 euros en 2013.
“Aunque los valores de tasación medios no pueden en ningún caso tomarse como un indicador de la evolución de los precios, tanto esos datos como, sobre todo, los relacionados con la evolución de la actividad del sector sugieren que la moderación en los ritmos de caída de la actividad del sector inmobiliario y del crédito hipotecario o, incluso, la estabilización de ambos elementos, podrían ser una realidad”, asegura Gómez de Miguel, y añade que “la prudencia y la disparidad de los datos procedentes de diversas fuentes aconsejan esperar a ver si la tendencia que sugieren estas cifras se ve confirmada en los próximos trimestres”.
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