Entre ricos anda el juego: las grandes sicavs prefieren no invertir en socimis



Son la gran novedad del mercado de este año 2014. Las socimis -sociedad de inversión inmobiliaria- ha protagonizado cinco de las diez salidas a bolsa de este año y prometen seguir incrementado la lista antes de que termine el ejercicio.

Lar, Hispania, Merlin Propertis, Mercal Inmuebles y Axia Real Estate han venido a engordar el parqué nacional en cerca de 2.500 millones de euros. Además, lo han hecho con el respaldo de inversores de la categoría de Bestinver, Bill Gross, John Paulson o George Soros, a los que suman bancos de inversión internacionales como UBS, Credit Suisse o Goldman Sachs, detrás de cuyos mandatos siempre hay importantes patrimonios.
Sin embargo, hay un sector que se les resiste a estas sociedades y son las sicavs, según puede comprobarse en los informes oficiales del primer semestre depositados ante la CNMV. En concreto, llama la atención que los vehículos de inversión ligados a las grandes fortunas nacionales han dado la espalda a las socimis, con prácticamente la única excepción de Morinvest.
La sicav de Alicia Koplowitz es el único gran vehículo ligado a un patrimonio importante presente en gran parte de las socimis que han salido al parqué este año: Lar, con una inversión de 5,05 millones; Hispania, con 3,5 millones; y Merlin, con 3,86 millones de euros. Entre las tres representan el 2,5% de su cartera.

Pero, ni los March (Torrenova, Bellver y Lluch), ni Sandra Ortega (Soandres), ni la familia Gallardo (Agrippa), ni los Del Pino (Chart, Swift, Allocation, Tosqueta), niBhavnani (Kalyani), ni Palatchi (Herprisa y Gerprisa), ni Felipa Jove (Brunara), niAbelló (Arbarin y Naira), ni Alierta (Lierde) han entrado, al menos hasta el cierre de la primera mitad del año, en estos nuevos protagonistas del parqué nacional.
Mención aparte merecen la familias Hernández-Calleja, que capitanea Ebro Foods, y Carceller, socio suyo en el grupo alimentario y dueño también de Damm y Disa. Las dos sagas han confiado a Bestinver la gestión de sus sicavs, Soixa y Renta Insular Canaria, respectivamente, y con la particularidad que supone que la entidad capitaneada por Francisco García Paramés sea una de las grandes defensoras de las socimis, ellos están demostrando personalidad propia a la hora de apostar por estas sociedades.

LOS 'REBELDES' DE BESTINVER

A pesar del convencimeinto que está demostrando tener Bestinver con las socimis, y que queda de manifiesto en que todas las sicavs que está fusionando en Bestvalue cuentan con importantes inversiones en Lar y Merlin, parece que le cuesta convencer a los Carcelle para que entren en estas sociedades.
Una de las ventajas de las sicavs, frente a los fondos, es que la política de inversión, en última instancia, la deciden los accionistas, no los gestores. Y en este caso parece que hay divergencia de opiniones. Los Carceller, al final, sólo han confiado 44.000 euros a Lar España, lo que supone un paupérrimo 0,08% de su cartera.
Un caso diferente es la familia Hernández-Calleja, que tiene 633.000 euros en esta socimi y 849.000 en Merlin Propertis, inversiones que representan algo menos del 0,5% de su cartera y que está en línea con el peso medio que Bestinver ha dado a estas dos socimis en sus vehículos.
Por el momento, el tiempo parece haber dado la razón a la mayoría de los grandes patrimonios que se han resistido a invertir en socimis, ya que desde su estreno en el parqué todas estas sociedades cotizan en negativo. La cara positiva está en las inversiones que están llevando a cabo y que suman cerca de 1.000 millones de euros, repartidos en la compra de hoteles, oficinas, viviendas y centros comerciales.
Los motivos que puedan explicar por qué los grandes patrimonios no están invirtiendo en las socimis son muchos, desde que se trata de un producto que no les convence -de hecho lamayoría de estos vehículos apenas tiene presencia en bolsa española- hasta que prefieren apostar por la recuperación inmobilaria de manera directa, adquiriendo sus propios activos.
De hecho, todos estos grandes grupos familiares tienen diferentes instrumentales a través de las cuales operan todo tipo de inversiones, desde inmobiliarias hasta corporativas. Las sicavs se limitan, en general, a la toma de participaciones tanto en renta fija como en variable, española y extranjera.
Otro punto que no debe perderse de vista es el fiscal. Si una sicav ostenta más del 5% de una socimi, deberá pagar el 19% en el Impuesto de Sociedades por ese porcentaje, lo que hace previsible que estos vehículos nunca inviertan grandes cantidades en estas entidades. Además, este el factor del bajo free float (capital que cotiza libremente en bolsa) que siguen teniendo las socimis, al menos por el momento, lo que hace que sean menos atractivas para un gran inversor.
A pesar de esta casuística particular, un apunte destacable es que las socimis no son el único activo inmobiliario cotizado al que, en general, están dando la espalda las grandes fortunas. Sus vehículos de inversión tampoco están presentes en compañías del sector, y eso que hay algunas historias de éxito, como Colonial, que han reportado pingües beneficios a quienes apostaron por el valor, con otro apellido de la burguesía empresarial española a la cabeza, Juan Miguel Villar Mir.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
 
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