Para comprar una vivienda hace falta primero tener el dinero y si los bancos no dan crédito el sector seguirá igual de deprimido. Esta es la dura realidad que ha atenazado a la economía española tras el pinchazo de la burbuja, pero las cosas están cambiando. Acabamos de saber que la firma de nuevas hipotecas para la compra de vivienda se elevó en marzo el 2 % respecto al mismo mes de 2013,en lo que fue su primera subida en casi cuatro años, en concreto, después de 46 meses de descensos, según los datos provisionales publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).Y es un gran punto de inflexión que promete un mejor futuro, sobre todo porque los bancos están poniendo toda la carne en el asador para hacer que el crédito fluya.
Desde que comenzó el año, se ha detectado un cambio de tendencia en las entidades financieras y su posición respecto a la concesión de créditos hipotecarios. Según explica Eduardo Molet, consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras y fundador de Red Expertos Inmobiliarios, se está detectando un mayor esfuerzo por parte de los bancos en la localización de nuevos clientes, para conceder hipotecas a través de las agencias inmobiliarias.
"De la sensación de que estas entidades se miran unas a otras para mejorar sus estrategias de marketing para captar nuevos clientes para sus hipotecas, aunque las condiciones de estos productos financieros no han cambiado, son las de siempre", opina el consultor. "Desde principios de este año, los empleados de los bancos han abandonado los despachos y han salido a la calle visitando, en muchos caso a puerta fría, agencias inmobiliarias que hace siete año que no recibían estas visitas".
El crédito, piedra angular
Respecto a la restricción del crédito, uno de los principales problemas que ahogan el crecimiento, el Banco de España explica en su último 'Boletín Económico" que las entidades financieras españolas «relajaron por primera vez desde el primer trimestre de 2010» los criterios en la concesión de préstamos a los hogares para consumo y otros fines, según la encuesta sobre préstamos bancarios de abril. Esta relajación se produce debido a una «cierta mejora de las expectativas sobre el curso de la economía y de la solvencia de los consumidores».
En la encuesta participan diez entidades españolas que informan sobre la evolución de las condiciones de oferta y demanda de crédito en el primer trimestre de 2014, así como sobre las perspectivas para los tres meses siguientes.
Para este trimestre, la entidades españolas esperan que los criterios de aprobación de nuevos préstamos a las sociedades no financieras se relajen tanto para las grandes empresas como, especialmente, para las pymes, y que se mantengan sin cambios en los créditos a hogares, ya sean para la compra de vivienda como en los préstamos para consumo y otros fines. De acuerdo con sus expectativas, aumentarán las solicitudes de financiación de las sociedades de todos los tamaños y también las de las familias, especialmente para consumo.
Según Eduardo Molet, esto está sucediendo de manera generalizada en toda España, y es lo que se observa desde la perspectiva de la economía real, y que ya empieza a confirmarse en las estadísticas: la firma de hipotecas ha subido en marzo un 2% por primera vez en 4 años, según los datos publicados hoy por el INE. "Se prevé que esta leve apertura del grifo se mantenga en los próximos meses. Las estadísticas en este sentido ya están cambiando a corto plazo".
No hay que olvidar que en este contexto las entidades financieras se mueven a "toque de corneta": el conjunto del sector mira lo que hacen los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander. "A mediados de 2006, los bancos cerraron el grifo de las hipotecas y se centraron en la captación de pasivo, ofreciendo unos intereses altísimos en los créditos hipotecarios. Lo que aún está por ver es si de estas hipotecas podrán beneficiarse a corto y medio plazo todos los particulares o solo llegarán a aquellos con un poder adquisitivo alto".
Todo esto coincide con un importante cambio en la evolución de los precios de la vivienda, especialmente en determinadas zonas y ciudades. "Por fin ha llegado al mercado inmobiliario la tan esperada intersección de precios entre los más bajos y los de la recuperación", explica Eduardo Molet, que cree que "estamos ante el inicio de una lenta recuperación".
Las compraventas están aumentando debido a los bajos precios de la vivienda, que ya han tocado fondo, y a lo que han ayudado los fondos de inversión inmobiliarios que han tirado de la demanda desde septiembre de 2013. Ahora llega a los particulares, especialmente extranjeros, y la mitad de las operaciones se hacen al contado. Eso sí, la salida de la crisis inmobiliaria va por barrios, lentamente y diferente en cada zona. "Hay zonas con exceso de oferta que tardarán muchos años en digerir el exceso de oferta", concluye Eduardo Molet.
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Fuente: http://www.finanzas.com/