El Sima que puede certificar el cambio de ciclo en el mercado



El jueves 29 de mayo, abrió sus puertas en el Pabellón 6 de Ifema de Madrid una nueva edición -y van 16- del Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (Sima). La feria comercial más importante del año llega en un momento particularmente esperanzador para el mercado residencial y está llamada a ser, un año más, el termómetro que mida la salud del sector inmobiliario.

En esta edición, aunque con todas las cautelas y sin apenas atreverse a verbalizarlo, tanto la organización como la mayor parte de los expositores confían en que el salón certifique el incipiente cambio de tendencia del mercado de la vivienda que las estadísticas oficiales han reflejado durante el primer trimestre del año.
Datos como el incremento del 45,4% de las compraventas de viviendas, que según los notarios se registró en el primer trimestre del año con respecto a los tres primeros meses de 2013, invitan a pensar que lo peor del ajuste inmobiliario ya ha pasado y que el mercado apunta hacia su paulatina normalización.
Aunque más aún que el repunte de las ventas, quizá sea el aumento de la concesión de hipotecas (que tanto notarios como registradores -con el desfase temporal propio de sus diferentes metodologías estadísticas- han recogido en el arranque del año) el indicio más esperanzador del ansiado cambio de tendencia.
La apertura del grifo del crédito es la condición necesaria para que el mercado retome su senda de crecimiento
Y es que la paulatina apertura del grifo del crédito hipotecario es la condición necesaria para que el mercado pueda retomar su senda de crecimiento natural, movido por la demanda de primera vivienda y no por los compradores inversores o por quienes pagan al contado, ya sean nacionales o extranjeros.
Una vuelta del crédito, eso sí, que no afecta a todos por igual. Las entidades continúan ofreciendo más facilidades a quienes compran sus viviendas y, fuera de éstas, se limitan a buscar clientes solventes, con estabilidad laboral e ingresos elevados.
Otro factor positivo son los precios que, tras seis años de caídas continuadas en los que han acumulado un ajuste del 30,6%, empiezan a mostrar una tendencia a la estabilización con bajadas cada vez más moderadas. El último dato oficial, difundido el pasado miércoles por el Ministerio de Fomento, arrojaba un descenso de tan sólo el 3,8% en el primer trimestre del año, lejos de las caídas de hasta el 10% registradas durante 2012.
Nadie se pone de acuerdo a la hora de vaticinar cuánto recorrido le queda a las bajadas, ni si éste se completará a lo largo de este año o del que viene, pero muchos analistas del sector sí coinciden en señalar que la mayor parte del ajuste está completado y que las rebajas serán poco significativas en determinados lugares, como las mejores zonas de Madrid y más pronunciadas en lugares con mucha acumulación de stock y una demanda poco activa.
El arranque de nuevas promociones en Madrid invita al optimismo
Otro hecho que invita al optimismo es el lento aunque constante arranque de nuevas promociones en Madrid y en algunos de los principales municipios de la región. Se trata de proyectos estudiados al detalle para satisfacer los gustos y necesidades de los compradores, ubicados en zonas con escasez de oferta y demanda solvente. En definitiva, viviendas de calidad a precio muy ajustado, que en esta edición del Sima tienen nutrida representación, ya sea de manos de promotores o -sobre todo- de cooperativas.
Aunque un año más, son las entidades financieras quienes acaparan el mayor protagonismo en la feria, tanto por la cantidad de producto que presentan, como por sus precios competitivos y, sobre todo, por las ventajosas condiciones de financiación que ofrecen para darle salida.
Eso sí, esta edición del Sima cuenta con dos notables ausencias entre sus expositores. No está la Sareb -gran atracción de la pasada cita en la que hacía su debut comercial minorista-, inmersa en pleno proceso de externalización de la gestión de su cartera de inmuebles. Tampoco está Altamira Santander Real Estate, en la que ha entrado fondo de inversión estadounidense Apollo (se ha hecho con un 85%).
Independientemente de estas ausencias -que la organización del Sima achaca a los procesos de reorganización interna de las entidades-, la oferta de casas de bancos es muy amplia y viene de la mano tanto de las propias entidades como de comercializadoras externas que ofrecerán producto incluso de las ausentes.
Pero pese a que la coyuntura económica y la del propio mercado es significativamente más halagüeña que la de hace un año, el sentimiento general es de incertidumbre ante el resultado que pueda arrojar el Sima. Porque aunque la evolución de los datos macroeconómicos muestra un cambio de tendencia que apunta hacia la salida de la recesión económica, la realidad a pie de calle hace que la demanda natural de vivienda siga afectada por las altas tasas de paro, el empleo precario y la dificultad de acceso al crédito.
Para los que aún no tengan claro si es el momento adecuado para comprar, o simplemente no puedan afrontar la adquisición de una vivienda, el Sima, en línea con la tendencia creciente de las últimas ediciones, también ofrece un amplio -aunque poco publicitado- escaparate de viviendas en alquiler.
Quienes, por otro lado, se acerquen hasta la feria con intención de comprar casa se encontrarán con la mayor oferta inmobiliaria reunida bajo un mismo techo -más de 400 promociones-, con las mejores condiciones en cuanto a precio y financiación y la posibilidad de comparar para escoger la mejor opción.
Durante la mañana de la jornada de la inaguración, día de la inauguración, entre los trajes y corbatas de los comerciales y los micrófonos y las cámaras de los periodistas ya aparecieron los primeros compradores. A mediodía, en varios stand ya se habían cerrado ventas. Algo a tener en cuenta para tratarse de un jueves laborable y, según los más optimistas, el anticipo de un Sima que puede confirmar el cambio de rumbo del mercado.
Fuente: http://www.elmundo.es/
 
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