Las compras de viviendas realizadas por personas jurídicas (empresas) representaron el 21,93% de todas las operaciones realizadas en 2013, lo que supone un incremento del 429% con respecto al 5,11% que representaban en 2007, es decir antes de la crisis. Por el contrario, las personas físicas pasaron de protagonizar el 94,89% de las compraventas en 2007 al 78,07% en 2013.
El cambio en el perfil del adquirente es una de las variables que se analizan en el Anuario 2013 de la Estadística Registral Inmobiliaria que ha publicado el Colegio de Registradores y viene a completar, con un análisis más detallado, la información de los balances trimestrales y en el avance del ejercicio.
La catalogación de los adquirentes y su evolución no es homogénea en todo el país. Canarias, La Rioja y Cataluña son las comunidades autónomas en las que las empresas tienen un mayor peso en las compraventas de vivienda, mientras que Extremadura, Cantabria y País Vasco son los territorios donde el protagonismo de los particulares es más elevado.
El auge de la demanda exterior
La importancia de los ciudadanos extranjeros en el mercado de la vivienda se pone de manifiesto en diversos análisis de esta estadística registral. Sus adquisiciones de vivienda representaron de media anual en 2013 el 11,15% de todas las operaciones registradas frente al 4,45% de 2009, el punto más bajo.
Por comunidades, la participación de ciudadanos foráneos es mayor en Baleares (30,73% del total de compraventas son protagonizadas por extranjeros), seguida de la Comunidad Valenciana (24,83%) y Canarias (24,60%). Como contrapunto, en el lado opuesto, con menor presencia de extranjeros en las transacciones, se situaríanExtremadura (0,38%), Galicia (0,60%) y Castilla y León (0,92%).
4,7% de compras foráneas con permiso de residencia
Tras las recientes reformas legislativas que posibilitan la concesión de permisos de residencia a extranjeros que realicen adquisiciones inmobiliarias por importe igual o superior a 500.000 euros, el Anuario incluye una segmentación en este sentido.
A nivel nacional, estas operaciones han supuesto el 4,72% del total de compraventas realizadas por extranjeros. De ellas, el 57,88% han sido de ciudadanos comunitarios y el 42,12% restante de no comunitarios. Por comunidades, destaca de nuevo Baleares, con el 14,34% de operaciones por encima de 500.000 euros, mientras que Asturias, Extremadura, Galicia, La Rioja y Navarra no registraron operaciones de este tipo.
No obstante, los cambios normativos entraron en vigor el pasado mes de septiembre, motivo por el cual, sus efectos no tienen apenas reflejo en el Anuario de 2013.
¿Adquisiciones por inversión o por uso?
El Anuario de la Estadística Registral Inmobiliaria analiza, asimismo, la utilización de la vivienda como bien de inversión o bien de uso, a través del tiempo medio de posesión que tenían sus propietarios cuando la vendieron. Así, entre 2007 y 2013 desciende intensamente el porcentaje de viviendas vendidas en menos de cinco años desde su adquisición (es decir, con un componente inversor elevado), pasando del 56,2% que representaban en 2007 al 26,87% en 2013.
En paralelo, se observa un aumento de las que permanecieron en manos de sus dueños más de 10 años (componente mayoritario de uso residencial) desde el 19,90% en 2007 al 33,22% en 2013. Con pequeños altibajos, el tiempo medio de posesión ha aumentado de siete años y cuatro meses en 2007 a nueve años y 10 meses de 2013, es decir, un 34,09% más.
La superficie de las viviendas compradas crece
En lo relativo a las características de superficie de las viviendas adquiridas, los compradores se siguen decantando por viviendas de tamaño medio o medio-grande. Las viviendas de menos de 40 metros cuadrados significan el 3,47% de las operaciones, seguidas de las de 40-60 metros, con el 17,27%, lo que deja casi el 80% restante para las de 60-80 metros cuadrados (29,10%). Las de más de 80 protagonizan el 50,16% de las adquisiciones. Por comunidades autónomas, destaca Castilla-La Mancha, donde más de dos tercios de las viviendas adquiridas tienen más de 80 metros cuadrados. En el lado opuesto se situaría Cataluña, donde casi dos tercios estarían por debajo de dicha superficie.