¿Comprarías piso en el 'edificio maldito' de Madrid o prefieres uno que te dé buen rollo?



¿Compraría usted una vivienda de 63 metros cuadrados por 113.666 euros a escasos metros de la Gran Vía madrileña y la Plaza de España? Es probable que su respuesta sea afirmativa. Pero, ¿y si le dijéramos que se trata de un piso situado en un edificio que ha sido testigo, a lo largo de su historia, de una decena de crímenes atroces? ¿Le seguiría interesando? Es probable que su respuesta haya cambiado y que incluso sea de quienes una vivienda tiene que transmitirle buen rollo o energía positiva para que se anime a comprarla. 
Veamos. El edificio con este oscuro pasado fue bautizado hace medio siglo como La casa maldita y está situado en la calle Antonio Grillo, 3 de Madrid capital (vea el álbum de fotos). La vivienda en venta se encuentra en el primer piso. La inmobiliaria Comprarcasa se encarga de la comercialización nos anticipa que algo trágico sucedió entre sus paredes. "En el edificio que ha hecho estragos en la prensa se vende piso de 60 metros con dos dormitorios, salón, cocina y cuarto de baño. Al lado de la Gran Vía y Plaza España. La mejor inversión a futuro…consúltanos sin compromiso. Si te gusta el riesgo, si te atreves con todo y las leyendas urbanas, aún siendo reales, no te amedrentan, te invitamos a conocer esta finca y su historia. La casa del terror se queda en un juego de niños comparado con una visita a esta… ¿tu futura casa?", reza el anuncio que puede leerse en su página web.


"Cuenta el anecdotario que ésta es la casa con más misterios de Madrid y que será más famosa que la de Amityville…". Recordamos en este punto que en la madrugada del 15 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia DeFeo, de 17 años, asesinó a sangre fría a sus padres y hermanos con un rifle. En total seis muertos. El suceso ocurría en el 112 de Ocean Avenue, en Amitville, en Nueva York. El asesinó confesó que dentro de la casa oía voces y veía sombras que le incitaron a cometer los asesinatos. Unas presencias que sintieron los posteriores inquilinos de la casa, que llegaron incluso a contratar a un sacerdote para liberar a la casa de esa presencia paranormal, aparentemente sin conseguirlo, porque un mes después abandonaron la casa sin que nunca, nadie más, haya vuelto a vivir allí. 
Pero ¿qué pasó en Antonio Grilo, 3? 
“Después de dar muerte a su esposa y a cinco hijos, un sastre madrileño se suicida disparándose un tiro”. Así arrancaba el 2 de mayo del año 1962 la crónica de La Vanguardia Española sobre uno de los crímenes más atroces que tuvo lugar durante la dictadura.
El parricida se llamaba José María Ruiz Martínez, tenía 45 años y era sastre. Vivía junto a su familia en el 3ºD de la Calle Antonio Grilo 3. Con un cuchillo y un martillo acabó con la vida de su esposa, de 40 años, y sus cinco hijos de 14, 12, 10, 5 y dos años. El asesino se suicidó pegándose un tiro en la sien, pero primero mostró el cadáver de dos de sus hijos por el balcón al grito de: "¡Los he matado a todos!", "¡Los quería mucho!" y "¡Aquí están!".
Un trágico suceso pero no el único. Las paredes de este edificio piso han sido testigos de varios crímenes atroces más. En tan solo veinte años, sus habitantes sufrieron diez muertes violentas. Antes del parricidio del primero de mayo de 1962, el 5 de noviembre de 1945, en el primero derecha, apareció el cuerpo de Felipe de la Breña Marcos. Un camisero de 48 años que, al parecer, fue asesinado de un golpe con un candelabro. Las autoridades llegaron a la conclusión de que el móvil del asesinato se debió a un robo común, pero nunca se encontró al culpable.
Tres años más tarde, en septiembre de 1948, aparecía en su cama el cuerpo sin vida de otro vecino con la parte trasera de la cabeza destrozada. De nuevo las autoridades zona concluyeron que la muerte se debió a un ajuste de cuentas pero tampoco se encontró al culpable. La víctima número diez fue un bebé recién nacido. Fue hallado por su padre estrangulado y colgado en una de las perchas de un armario de la casa. Al parecer su novia había escondido su embarazo y llevada por algún extraño brote de locura decidió ahogar al recién nacido. Por si todo esto fuera poco macabro, bajo los cimientos del 3 de Antonio Grilo se encontraba situado un cementerio. 
¿Compraría ahora una vivienda situada en este edificio? Por muy macabro que pueda parecer, tal y como reconoce Evlogi Modev, agente de la inmobiliaria encargado de su venta, hay personas a las que no les importa e incluso les atrae este tipo de inmuebles. Y es que si a nadie, o al menos a casi nadie, le  gustaría vivir en una casa o en un edificio en el que han ocurrido asesinatos o suicidios, lo cierto es que si el alquiler o el precio de venta es muy inferior al de una vivienda sin un pasado tan trágico, igual más de uno se lo pensaría. 
Es lo que está sucediendo en Tokio desde hace varios meses. En la capital nipona cada vez son más numerosas las personas que buscan propiedades estigmatizadas porque los precios de los alquileres son mucho más bajos, incluso la mitad de lo que se pide por un inmueble similar pero sin un trágico suceso entre sus paredes. 
La otra cara de la moneda, pisos que transmiten buen rollo
En el otro extremo nos encontramos con pisos que transmiten energía positiva, buen rollo... A diferencia de los anteriores, sus propietarios no ocultan estas características. Son pisos que transmiten buenas vibraciones, pisos que han sido 'limpiados' de energía negativa de tal manera que quien los visite "se verá atraído por su energía y querrá quedarse con la vivienda", tal y como explica la propietaria de otro de los inmuebles que comercializa Comprarcasa, la antítesis al primer piso de Antonio Grilo, 3. "Una casa donde se respira energía positiva nada más entrar". 
La vivienda también tiene nombre y apellidos: 189.000 euros por sus 114 metros cuadrados en la calle Belmonte del Tajo, 33.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
 
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