Viviendas protegidas a todo lujo



Son las 11:30 de la mañana. Aparcamos el coche frente a un edificio moderno de cuatro alturas. No quedan obreros, ni escombros. Esta semana entregan las llaves. Sólo falta escriturar para que las familias puedan entrar a vivir. 

Estoy en Valdebebas, en Las Cárcavas, la zona más pegada al Pau de Sanchinarro, en la corona norte de Madrid. En La Cárcavas hay actualmente 19 promociones que suponen 744 viviendas. La que voy a visitar tiene nombre de constelación: Caelum. Sus 32 viviendas de protección oficial, son, posiblemente, las más lujosas de toda España. Dos conceptos, vivienda protegida y gran lujo, aparentemente contradictorios o, al menos, enfrentados.
A simple vista, nadie o muy pocos dirían que estamos ante una promoción de VPPL, vivienda protegida de precio limitado. Mucho menos al entrar a la urbanización o al cruzar la puerta de una de estas viviendas.
Fachada de piedra natural caliza y pizarra, césped natural, piscina de agua salada con pavimento de gres porcelánico y sistema Múnich –el agua se encuentra al mismo nivel del pavimento–sistema de cierres magnéticos en las puertas, puertas acorazadas, grifería empotrada y termoestática, cisternas empotradas y sanitarios volados, sistema de climatización airzone –por zonas o habitaciones–, calefacción radiante, aire acondicionado centralizado, madera de IPE en las terrazas, ventanas con perfil oculto con apertura oscilobatiente, tarimas felónicas...
Viviendas de 150 metros cuadrados, límite que fija la ley –los áticos tienen 135 metros y 90 de terraza–, a menos de 2.000 euros el metro cuadrado. En concreo, a 1.940,48 euros que marca la ley para el módulo de VPO. 
Las claves: comprar suelo barato y precio cerrado para la construcción
¿Es posible que lujo y vivienda protegida vayan de la mano? "Por supuesto", explica a El Confidencial Juan José Perucho Rodríguez, director general del Grupo Ibosa, la gestora de cooperativas que se encuentra detrás de Residencial Caelum y de otros seis proyectos más en Las Cárcavas. 
“Es posible porque compramos el suelo barato. A 870 euros el metro cuadrado edificable, unos 3,3 millones de euros. Lo hicimos en 2008 y fuimos de los primeros en comprar en Valdebebas, por lo que ni siquiera había un precio de mercado en la zona. No compramos parcelas porque ni siquiera estaba aprobada la reparcelación, sino que compramos edificabilidad, unidades de aprovechamiento urbanístico. Ser los primeros en adquirir terrenos nos permitió hacerlo más barato", explica Perucho. 
"Un año después, en 2009, el precio ya había subido hasta 1.000 euros. Hoy en día hay zonas en Valdebebas donde se puede comprar el suelo más barato, pero no están tan bien ubicadas", añade Leopoldo Moreno, consejero delegado de la gestora. 
Otra de las claves, según aseguran los responsables de la compañía, fue no depender de la constructora. "En muchas ocasiones, en este tipo de operaciones, la constructora suele prestar el dinero a la gestora a cambio de ejecutar la obra. En nuestro caso no fue así. Pagamos el suelo al contado y adjudicamos las obras a la constructora que mejor precio y mejor proyecto nos presentó. En este caso fue el Grupo Ortiz, con el que se firmó un contrato llave en mano y a precio cerrado para evitar que se produjeran variaciones en el precio a medida que iban avanzando las obras", explica Juan José Perucho. 
Si a estos dos factores –suelo y construcción– se suma la caída de los precios de los materiales de construcción y a la mano de obra como consecuencia de la crisis inmobiliaria, todas las piezas del puzle encajan.
Vendidas al 100% y desde hace años
Todas las viviendas están vendidas desde hace años. Desde que se formó lacooperativa. "No obstante, si se produjera una baja, la cubriríamos en 24 horas", apunta Leopoldo Moreno.
¿Quiénes han comprado? Aquellos ciudadanos que se ajustan a las exigencias de la Comunidad de Madrid para las VPPL como, por ejemplo, aquellos cuyos ingresos familiares no excedan de 7,5 veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), o que no tengan en propiedad ninguna otra vivienda. 
Sus futuros propietarios tuvieron que realizar un desembolso inicial de 70.000 euros y han estado realizando aportaciones de entre 600 y 700 euros mensuales. "Una vez firmadas las escrituras, se subrogarán al préstamo hipotecario con La Caixa", explica Perucho.
Otra de las ventajas reside en el hecho de que los compradores han podido elegir al detalle no sólo los materiales de sus viviendas, sino también la distribución de la vivienda y hasta el color y el material de la fachada. 
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
 
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