El este de Londres, centro global de negocios



La regeneración del este de Londres es ya un hecho. Esta zona –cuyo epicentro se sitúa entre los distritos E14 y E16 de la ciudad– se prepara para dejar a un lado su pasado industrial y prepararse para el crecimiento de la capital británica, que en los próximos diez años pasará de ocho a nueve millones de habitantes. El área ofrece multitud de servicios para el turista de negocios y tiene en marcha muchos proyectos para convertirse, junto con la City, en un punto de referencia de la ciudad, como son el aeropuerto London City, el complejo empresarial Canary Wharf, los alrededores de la zona olímpica.

Quienes tienen intereses en el cuadrante oriental de la capital británica insisten en que no solo se están llevando a cabo proyectos de tipo empresarial, sino que también hay una fuerte apuesta por nuevas zonas residenciales, así como centros comerciales y zonas de ocio. Proyectos que buscan transformar una ciudad acostumbrada a un oeste ligado al sector servicios, mientras que el este era antiguamente una zona industrial. Pese a tener muy pocos puentes que cruzan el río Támesis –solo cuatro, frente a las decenas con las que cuenta el oeste–, esta zona de la ciudad está bien comunicada por diversos tipos de transporte: cuenta con la línea de metro Jubilee (la única que tiene enlaces con todas las demás), varias líneas de autobús y el tren ligero DLR –Docklands Light Railway–. Además, este distrito empieza a mostrar mucha actividad tanto en días laborables como en fin de semana, y se prepara para el crecimiento de la población de Londres.
La zona cuenta con el aeropuerto London City, que presume de ser el único que está situado en el centro de la propia ciudad, que tiene conexiones con otros puntos de Reino Unido como Edimburgo, así como con ciudades europeas como Roma, Amsterdam, Madrid y Palma de Mallorca. El consejero delegado de London City Airport, Declan Collier, asegura que el volumen de pasajeros –en una gran mayoría turismo MICE (viajeros de negocios)– se duplicará durante los próximos años y pasará de tres a seis millones anuales. “El 61% viajan por negocios, a la vez que más del 60% vienen desde el extranjero”, destaca. El aeropuerto, además, desarrolla un proyecto que busca ganar terreno al río Támesis para construir más zona de aterrizaje. De esta forma, los trayectos de taxi –recorrido de los aviones en tierra hasta acceder a la terminal– no serán tan largos y los pasajeros podrán llegar más rápidamente a su destino.
Cerca del aeropuerto, el complejo empresarial ubicado en Canary Wharf ha crecido paulatinamente desde finales de la década de los ochenta y ha ido incorporando a su fisonomía un mayor número de rascacielos. El secretario de la compañía Canary Wharf Group, John Garwood, explica que, ante las previsiones de crecimiento en un millón de habitantes en la población de Londres, “hay proyectos para construir más edificios, ya que la ciudad no puede crecer más a lo ancho y necesitará hacerlo a lo alto”. Todo ello tiene el objetivo de que el oeste de la ciudad británica deje de ser el único punto de referencia para la actividad empresarial, las viviendas y el ocio.
La zona también quiere convertirse en un foco de atracción para los emprendedores. Así, dentro del edificio principal de esta zona –One Canada Square–, se encuentra la incubadora de start-ups Level 39, capitaneada por Eric Van der Kleij. Por el momento ha recibido cerca de 700 solicitudes de proyectos para entrar en su comunidad, de las que tan solo ocho serán seleccionadas para entrar en un proceso de aceleración que “puede durar entre seis y quince semanas” y que está destinado a proyectos de finanzas, comercio y sostenibilidad.
Puerta a Asia
A todos estos proyectos, hay que añadir el megaproyecto ABP, Asian Business Port, diseñado por el millonario chino Xu Weiping para la zona de Royal Albert Docks, que actualmente se encuentra vacía –frente a las pistas del aeropuerto–. ABP invertirá unos 42.173 millones de euros durante los diez próximos años para ampliar el puerto y construir un parque empresarial, que harán de Londres la puerta de entrada a Europa para el comercio asiático y darán cabida a 500 empresas y 50.000 empleados. Al preguntarle si ha localizado oportunidades para invertir en España, Weiping afirma que este país “tiene muchas cosas positivas”, como el mobiliario y el arte en general.

 
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