La recuperación económica ha comenzado a hacer acto de presencia y de su mano reaparecen en el escenario financiero español aquellos productos que tantos quebraderos de cabeza han ocasionado a las familias españolas:créditos rápidos, microcréditos, tarjetas “revolving”, etcétera que se han subido rápidamente al tren de la recuperación con agresivas políticas comerciales.
"Es el llamado “crédito rápido”; pero tan rápido y fácil de obtener como difícil de devolver, especialmente cuando se acumulan, en número y en cuantía total. Tan difícil de devolver que en un importantísimo porcentaje de casos está detrás de las insolvencias familiares, que desembocan incluso en lapérdida de la vivienda familiar. En este caso, el deudor hipotecario es que se lleva la peor parte, pese a haber realizado un correcto análisis del riesgo", apuntan desde la Agencia Negociadora.
En un 50% de los casos en que el estrangulamiento financiero de una persona o familia desemboca en un ejecución hipotecaria se había producido un sobreendeudamiento previo o simultáneo cuyo elevado coste (en un contexto en que miles de familias están siendo sacudidas por el desempleo) impidió cumplir con sus compromisos de pago, según datos del Observatorio de la Financiación Familiar de Agencia Negociadora, tras el análisis de 16.000 expedientes de solicitud de refinanciación bancaria.
La Ley permite que las familias y particulares se acojan a procedimientos concursales para salvar su situación financiera; dichos procesos pueden incluir quitas de deuda (es decir, que la entidad condona una parte del dinero que se le debe), pero por igual para todos los acreedores.
De este modo, aquellos acreedores (créditos rápidos, tarjetas, etcétera) que han causado el problema de sobreendeudamiento que desemboca en el proceso concursal afrontan de igual modo las quitas que aquellas otras (básicamente, el deudor hipotecario) que emplearon criterios de mayor prudencia a la hora de prestar dinero.
Agencia Negociadora reclama una modificación legal que contemple esta situación, y que castigue más a las entidades que provocaron el sobreendeudamiento precisamente por prestarlo sin unos mínimos de rigor que han hecho posible que miles de familias acumulen entre cinco y quince créditos y tarjetas.
"De acuerdo con dicha reforma, el acreedor menos riguroso en el análisis del riesgo tendría que aceptar una quita mayor que aquel otro que haya acreditado procedimientos más adecuados a la hora de valorar la capacidad de reembolso de los créditos concedidos", aconsejan.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/