El dinero mira de nuevo al ladrillo español. La bajada de precios –que para el comprador español sigue siendo insuficiente según anda su poder adquisitivo– es muy llamativa y golosa para el comprador e inversor extranjero. No solo los fondos de inversión –buitres o no– están comprando en España; también lo hacen los clientes más adinerados.
Para unos y otros el mercado inmobiliario español de lujo se ha convertido en una oportunidad por la mejor relación entre calidad y precio que ha provocado la crisis, con caídas de precios cercanas al 20%.
Cerca del 85% de los compradores que eligen alguna de las viviendas más exclusivas de España –básicamente extranjeros– no precisa hipoteca y el 15% recurre a ella más por razones fiscales que por necesidad, según datos de la inmobiliaria de lujo Engel & Völkers.
Las zonas en las que se aprecia un mayor incremento de las ventas de viviendas son las islas de Ibiza y Mallorca (Mediterráneo) y Puerto Banús, en la Costa del Sol (suroeste). Colin Dyer, presidente y consejero delegado de Jones Lang LaSalle, asegura en una entrevista en El País que "la demanda de casas de verano en España se ha incrementado un 170% este año. Es tan barato comprar aquí ahora mismo que la demanda de todo tipo de inversores no para de crecer. Turistas internacionales, inversores… Hay un ambiente de mejora".
Los españoles no están para lujos Que la mayor parte de los inversores, un 80%, sean extranjeros se debe, según Jordi Puig, de CBRE, a que los españoles siguen muy afectados por la crisis en España o se muestran más prudentes. Donde más crecen las ventas es en Ibiza, Mallorca, Puerto Banús y Costa del SolPor nacionalidades, la inmobiliaria Knight Frank subraya el interés de compradores procedentes de EE UU, México, Venezuela y Colombia, al tiempo que advierte de que los compradores británicos e irlandeses –pilar tradicional de la demanda externa en zonas como Marbella– ya no tienen la fuerza que tenían antes.
A las ventajas que pueden encontrar los extranjeros en el clima y esa reducción de precios se une la posibilidad, aprobada por el Gobierno español, de conceder permisos de residencia a inversores foráneos que adquieran inmuebles en el país por un valor de, al menos, medio millón de euros. Aunque la sombra de la crisis no se ha alejado todavía, los expertos consultados subrayan el incremento de las operaciones por parte de fondos de inversión, básicamente alemanes, interesados en grandes promociones, bien edificios de oficinas o residenciales.
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