En pleno cerrojazo crediticio –la concesión de hipotecas está por los suelos-, quien quiere comprar una vivienda y necesita financiación no tiene opción. La oferta bancaria está plagada de hipotecas muy caras. Hipotecas con muchas probabilidades de estallar dentro de unos años en las manos de quienes las contraten ahora.
El 80% de las hipotecas a tipo variable que se firman en España utilizan como referencia en Euribor. ¿Y el 20% restante? La principal alternativa a este indicador es el IRPH del conjunto de entidades financieras -el IRPH de bancos y el IRPH de cajas han desaparecido-. Sin embargo, basta con echar un vistazo a los principales comparadores de productos financieros que hay en internet para comprobar que no existe alternativa real al Euribor. Apenas existen dos o tres productos que utilizan como referencia el IRPH, y son más caros que los que utilizan el índice interbancario.
La oferta hipotecaria no invita al optimismo. Un Euribor en mínimos históricos -el viernes cerró en el 0,519% en tasa diaria- no es sinónimo de hipotecas baratas. A medida que el índice ha ido cayendo, los diferenciales que aplican las entidades financieras a sus hipotecas se han ido multiplicado por cuatro, por cinco, por seis… en los dos últimos años. De hecho, las más atractivas ofrecen Euribor + 2%, nivel a partir del cual algunos analistas financieros comienzan a marcar la línea de peligro, el punto de no retorno. Hace dos años, las hipotecas a Euribor + 0,5% -o incluso por debajo- estaban a la orden del día. Ahora, el panorama es totalmente diferente.
“Yo no firmaría nunca una hipoteca a Euribor + 2% y a más de 30 años”, reconocía recientemente Pau A. Monserrat, director editorial del portal de finanzas personales iAhorro. La media histórica del Euribor se encuentra en el 2,869%, mientras que el máximo histórico alcanzó el 5,393% en julio de 2008. Con estos porcentajes sobre la mesa, tanto el futuro hipotecado como la propia entidad financiera deberían hacer números antes de firmar nada puesto que volver a esos niveles y con las hipotecas actuales supondría pagar intereses del 6, el 8 o incluso del 9%.
Ojo a las hipotecas de intermediarios financieros
Entre la oferta hipotecaria sí se cuelan, sin embargo, algunos productos condiferenciales por debajo del 2%. Incluso, hay hipotecas que ofrecen Euribor + 1,25%. Cuidado. Se trata de productos de intermediarios financieros. “Son solamente para los mejores clientes, aquellos que aportan ahorros importantes”, apunta Pau Monserrat. “Eso sí, cobran honorarios que no suelen bajar de los 3.000 euros”.
Son hipotecas que suelen exigir el 20% de la operación, por lo que, por ejemplo, para una casa en venta por 200.000 euros, el cliente debería aportar al menos, 40.000. Es posible financiar importes superiores, aportando avalistas, con las implicaciones y peligros que eso conlleva, o dobles garantías. Una doble garantía consiste, a grandes rasgos, en rehipotecar una vivienda (libre o con muy poca carga hipotecaria) por el capital necesario para poder solicitar el 80% del valor.
Además, al igual que sucede en muchas hipotecas de los bancos, el interés inicial durante los primeros 12, 24 o incluso 36 meses, suele ser superior -por encima del 2%-. Además, el intermediario financiero, por sus servicios, cobra unos honorarios que oscilan entre el 1% y el 5% del importe de la hipoteca. Algunas fijan incluso unos honorarios mínimos, aunque eso sí, se cobrarán únicamente en el caso que se acabe firmando la operación y en cuyo caso se incluyen dentro de los gastos de la hipoteca.
Mixtas y variables, también muy caras
Las hipotecas mixtas, que se están abriendo hueco en el mercado -representan uno de cada cuatro contratos- también son muy caras, además de estar plagadas de comisiones. Estos productos, que combinan tipos de interés variable y fijo durante la vida del préstamo, ofrecen tipos iniciales fijos muy elevados, por encima del 4% e incluso por encima del 7% durante el primer año y una vez transcurridos los primeros doce meses, un Euribor más 3,30%, 4,35%... Porcentajes a los que los expertos desaconsejan hipotecarse.
La oferta a tipo fijo tampoco invita al optimismo con intereses superiores al 6%. Además, se trata de productos que suelen exigir al cliente tener ahorrado el 20% de la operación, mientras que los plazos de amortización suelen ser menores que los de las hipotecas variables, en torno a 20-25 años. Esto se traduce en que las cuotas mensuales a pagar sean mucho más elevadas y el ratio de endeudamiento también.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/