Las cifras ponen los pelos de punta. Cada día, desde 2009, se declaran en concurso de acreedores casi tres empresas del sector inmobiliario en España: 2,7 para ser más exactos. Desde hace cuatro años, se han acogido a este tipo de procedimientos 4.475 compañías, y las previsiones para el futuro no son nada optimistas.
Según un informe de PwC, “a pesar de haber sufrido un importante número deprocesos concursales en años pasados, todavía existen empresas del sector que entran en situación concursal al agotarse las primeras, segundas y terceras refinanciaciones que acometieron en 2008 y 2012”.
Solamente durante el primer semestre de 2013 se declararon en concurso 867 inmobiliarias, un 41% más que durante el mismo periodo de 2012 –en términos absolutos, 251 empresas más-. Una cifra que supera, en tan solo seis meses, los datos registrados en todo 2009 y 2010 -686 y 740, respectivamente-.
Además, si se mantienen estos ritmos –tres concursos al día- durante el segundo semestre podrían declararse en concurso de acreedores otras 500 promotorasmás, lo que elevaría la cifra anual por encima de los 1.300 procedimientos, por encima incluso de los 1.223 registrados en 2012, cuando se alcanzaron máximos históricos.
La situación para el sector de la construcción tampoco es nada alentadora. Desde 2009, se han declarado en concurso casi 3.200 compañías, muy por encima que cualquier otra actividad. De hecho, constructoras y promotoras aglutinan el 40% del total de concursos registrados en los últimos cuatro años.
Cascada de concursos en los próximos meses
“Es la cruda realidad. Desde que estalló la crisis subprime en 2007, las inmobiliarias han ido acumulando un volumen muy importante de intereses por sus deudas, mientras que los activos se han ido depreciando entre un 50% y un 60% como mínimo", apunta Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea, compañía inmersa en la refinanciación de numerosas promotoras españolas.
"Las inmobiliarias, hoy en día, no tienen grandes recursos y se encuentran con unasdeudas imposibles de digerir. Su liquidez es nula. Solamente van a sobrevivir laspromotoras que, teniendo muy poca deuda, tengan ingresos", apunta Echavarren. Unos ingresos que solamente pueden proceder de los alquileres –no necesitan para ello el apoyo de los bancos- o de las ventas de viviendas, algo que "ahora mismo solamente pueden hacer menos del 5% de las empresas que todavía están en pie".
Para Mikel Echavarren, la situación de muchas inmobiliarias se ha complicado en los últimos meses. Además de la negativa de la banca de seguir adelante con la estrategia de la 'patada hacia adelante', los tribunales han comenzado a dar la razón a muchos otros acreedores que reclaman su dinero a estas compañías desde Hacienda, proveedores o compradores que nunca llegaron a ver sus viviendas construidas y desde hace años reclaman que les devuelvan las cantidades aportadas.
A la banca ya no le interesa refinanciar deuda y prolongar la agonía
"El interés de la banca por refinanciar residía principalmente en ganar tiempo o en ocultar pérdidas. Pero, ahora que el Gobierno les ha forzado a provisionar su 'ladrillo' ya no interesa o no tiene sentido prolongar la agonía. El problema es que ahora están llegando todos esos acreedores y no pueden posponer las deudas como estaban haciendo con los bancos. La situación es insostenible".
La inmobiliaria Fergo Aisa ha sido la última en sucumbir al concurso de acreedores en lo que va de año. Antes lo hicieron Reayl Urbis, Grupo Rayet o Renta Corporación. No serán las últimas.
Para PwC, "la reciente creación de los 'bancos malos' por parte de casi todas las entidades financieras en España está dando un giro claro a la política de administración de créditos hipotecarios morosos por parte de los bancos que hace más difícil, si cabe, que se preste dinero para alargar la vida de empresas inmobiliarias que viven asistidas y en fase de organizar su liquidación".
Para esta consultora, "este hecho va a seguir provocando, claramente, concursos de acreedores de forma masiva en el sector".
Fuente: http://www.elconfidencial.com/