Este jueves ha entrado en vigor la Ley de protección de los deudores hipotecarios, reestructuración de deuda y alquiler social —aprobada por el Senado el 8 de mayo—, después de que este miércoles fuera publicada en el BOE.
Es la que algunos llaman ley Antidesahucios y que supone ante todo una reforma de la Ley Hipotecaria. Desde ahora, los jueces pueden suspender los desalojos de viviendas si consideran que la hipoteca que firmaron los afectados para la compra de su piso incluye cláusulas abusivas.
¿Podrá frenar esta ley los desahucios? Eso se espera, pero hay dudas de su efectividad, como ha expresado la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, cuya ILP (tras recoger millón y medio de firmas) ha quedado disuelta ante el trámite parlamentario y la mayoría del PP. Los jueces pasan a jugar un papel aún más determinante.
Hipotecas más caras
Otros dudan del beneficio de sus consecuencias. Es el caso de la Asociación Hipotecaria Española, cuyo presidente, Santos González, augura un futuro mercado hipotecario con menos crédito y mayores dificultades para la banca, lo que se traduciría en un sistema hipotecario "más costoso" para la clientela.
Ante la escalada del paro y las malas perspectivas que se ciernen sobre la economía española, "los diferenciales de las hipotecas serán mayores para asumir los riesgos de la incertidumbre a largo plazo", adelanta González.
De hecho, ya lo están siendo. Bancos y cajas están incrementando los diferenciales que añaden al índice de referencia, hasta situarlos, en la actualidad, en máximos históricos. Son los más altos desde 1990, según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
El presidente de la Asociación Hipotecaria Española critica además la falta de un plan de vivienda a largo plazo y ha avisado de que la banca no es "proveedora" de la política social de vivienda, en relación a un equilibrio entre el mercado del alquiler y la compra de vivienda.
Desde la propia Asociación Española de la Banca (AEB), su presidente, Miguel Martín, reconoce que las entidades financieras han sido responsables de dar tanto crédito hipotecario durante los tiempos de bonanza. "Lo hicimos mal, dimos más crédito de lo normal y nos equivocamos en la evaluación del riesgo pero no todas las entidades se equivocaron por igual", confiesa Martín, que sin embargo asegura que aquellos bancos o cajas que lo hicieron realmente mal, han desaparecido.
Para que la historia no se repita, el responsable de la patronal bancaria aboga porque los españoles destinen solo 4 años de su renta a pagar su vivienda –en la actualidad son 6 años y en 2008 llegaron a ser 8 años–. "Tenemos que conseguir que la vivienda no represente más de 4 años del salario bruto anual", afirma Miguel Martín.
Eso sí, el presidente de la AEB celebra que en España el 82% de las familias tenga una vivienda en propiedad –frente al 68,7% de Italia o el 44,2% de Alemania–. Es más, según sus datos, en este país el 78% de la población más desfavorecida cuenta con una vivienda en propiedad.
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