Los datos provisionales publicados hoy por el Banco de España indican que los créditos de dudoso pago de bancos, cooperativas y financieras suman 162.010 millones de euros, tras subir 1.387 millones en un sólo mes. Hace un año, la ratio de dudosidad del sistema estaba en el 8,47%, con 147.186 millones de impagados.
Desde que empezara la crisis, la morosidad de la banca no ha hecho sino subir. Las únicas interrupciones en esta trayectoria ascendente fueron en diciembre y, en menor medida, en febrero, como consecuencia del traspaso de activos del tóxicos del ladrillo de las entidades con ayudas públicas a la Sareb.
El ascenso de los créditos dudosos ha ido de la mano con la bajada del saldo crediticio de la banca, que responde al desapalancamiento que está realizando el sector privado de la economía española. El total del crédito de la banca a hogares y empresas estaba a finales de marzo en 1,531 billones de euros, con una caída del 11,8% frente al mismo mes de 2012. En números absolutos, en el último año el crédito ha caído en 205.644 millones, aunque parte de este descenso también se explica por el traspaso de activos al banco malo.
Estos créditos, fundamentalmente a promotores, siguen existiendo, aunque desaparecen de los balances bancarios porque la Sareb no es un banco, sino una sociedad de gestión. Con todo, los datos de marzo muestran un ligero repunte del crédito en la comparación intermensual: frente a febrero, ha habido una subida de 1.335 millones, la primera desde septiembre.
Los expertos y el propio Banco de España han alertado que la mora seguirá subiendo este año. En general, los impagos empiezan a descender sólo unos trimestres después de que la economía deje de contraerse, algo que, para el PIB español, no se espera hasta, al menos, principios de 2014. Además, el regulador acaba de anunciar una nueva regulación que endurece el tema de las refinanciaciones.
Los créditos refinanciados del sistema rozan los 200.000 millones de euros y el Banco de España quiere que la banca sea extremadamente prudente a la hora de provisionar estos préstamos reestructurados. Aún no hay cifras sobre cuánto le puede costar al sector en términos de saneamientos esta nueva vuelta de tuerca de la regulación, aunque el Banco de España considera que el esfuerzo será sensiblemente inferior al que las entidades tuvieron que acometer el pasado ejercicio para sanear el ladrillo.
Fuente: http://www.expansion.com/