La banca sana mete presión a la Sareb tras vender 14.000 activos inmobiliarios en tres meses



La venta de pisos por parte de los bancos sanos durante los primeros meses del año mantiene el mismo ritmo frenético de la recta final de 2012. El control de la financiación, las rebajas agresivas de los precios y el fin de las ayudas fiscales propiciaron en 2012 que, prácticamente, una de cada tres viviendas que se vendieron en España estuviera en manos de una entidad financiera. En total se desprendieron de 85.000 inmuebles, mientras que en todo el ejercicio, según cifras del INE, se realizaron poco más de 300.000 compraventas. Y no piensan levantar el pie del acelerador. 

Tras el estallido de la crisis, hace más de cinco años, la banca ha visto cómo sus balances se han ido intoxicando con miles de activos inmobiliarios. Sin embargo, no ha sido hasta el último año y medio cuando ha puesto en marcha toda la maquinaria para darles salida en el mercado. Una vez reconocidas todas las pérdidas provocadas por el ladrillo, la operación limpieza se ha acelerado. 

Además, los bancos accionistas de la Sareb han presionado para que las entidades que comercializan sus inmuebles –las nacionalizadas- fijen un precio mínimo de venta un 25% por encima del valor al que los transfirieron a la Sareb, y tengan incentivos para venderlos todavía más caros. A esto se suma el hecho de que el banco malo haya decidido primar unos precios elevados de venta de sus pisos frente a la rapidez en dar salida a su stock, con el fin de maximizar su rentabilidad. 

"En un principio, pensábamos que la Sareb podría tener un efecto perturbador sobre la evolución de los precios de los inmuebles", aseguraba el consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz esta semana. Pero "creo que la Sareb no está teniendo influencia o efectos en los precios de la vivienda".

A la espera de la primera gran operación inmobiliaria

La sociedad echó a andar en enero de 2013. En estos meses de actividad, ha montado su equipo directivo, ha cerrado su estructura de capital y ha devuelto a las entidades nacionalizadas miles de pisos para que los vendan a través de sus redes comerciales. Sin embargo, todavía no se ha producido la gran operación inmobiliaria, el gran pistoletazo de salida que permita desatascar el mercado. 

No hay cifras globales de ventas ni alquileres. Sólo pinceladas y datos aislados. La información llega con cuentagotas. Así, por ejemplo, se conoce la venta de un solar en Barcelona, el alquiler de 5.000 metros cuadrados de oficinas en Madrid y la venta de 85 viviendas por parte de CatalunyaCaixa. 

Frente a estas cifras, se encuentran los 14.000 activos inmobiliarios -viviendas fundamentalmente- vendidos por la banca sana durante los tres primeros meses de 2013. Algunas, como el Banco Sabadell o el Banco Santander, mantienen una política muy agresiva de rebajas de precios. La primera ha soltado lastre con la venta de casi 2.500 viviendas, mientras que la segunda se ha desprendido de 5.000 -4.500 vendidas y 500 alquiladas-. La entidad que preside Emilio Botín realizó un descuento medio a las operaciones del 51%.

Caixabank ha alquilado 2.278 y vendido casi 950 pisos. BBVA, por su parte, se ha deshecho de 3.000 inmuebles. Y sumando, ya que las previsiones para 2013 pasan por dar salida a más de 70.000 viviendas, en línea con las cifras del año pasado.

La política, una vez reconocidas las pérdidas derivadas por el ladrillo, es liquidarlo todo lo antes posible. CaixaBank, por ejemplo, pretende dar salida a su cartera de inmuebles en los próximos cinco años, tal y como anunció su consejero delegado Juan María Nin durante la presentación de los resultados del primer trimestre.

Cerca de 100.000 viviendas en manos de la Sareb

Un horizonte temporal que contrasta significativamente con los quince años que se ha dado la Sareb para dar salida a todos los inmuebles traspasados por las entidades nacionalizadas. Un plazo excesivamente largo para unos, pero adecuado para otros. En este periodo, tendrá que deshacerse de casi 100.000 viviendas. Unas 45.000 en los próximos cuatro o cinco años. 

En las nacionalizadas, como Bankia, se muestran prudentes. "Estamos vendiendo pisos, pero no a velocidad de crucero", reconocía esta semana su director general de Presidencia, José Sevilla, durante la presentación de resultado de la entidad. 

Sevilla, que espera que la venta de pisos “vaya cogiendo ritmo”, prevé vender este año 14.000 inmuebles. Una cifra que, si se extrapolase a la situación actual, se traduciría en 3.000 inmuebles de la cartera de Bankia, y otros 11.000, a los traspasados a la Sareb. Hay que recordar que el banco malo devolvió a la entidad 13.000 inmuebles para su comercialización entre particulares. 

 
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