Como acaban de mostrar los datos de Fotocasa, los alquileres están bajando. La crisis ha generado tal caída de la venta de pisos, que muchos prefieren ponerlo en alquiler, esperando a que lleguen mejores tiempos para su venta. Además, acceder a una hipoteca nunca fue tan difícil.
En consecuencia, la vivienda en alquiler se ha abaratado casi un 4% en 2012, un 3,8 concretamente. El precio medio de la vivienda se sitúa en 7,28 €/m2 al mes frente a los 7,57 €/m2 al mes con los que cerró el año 2011.
Dado que con la crisis los precios bajan, quien ya está pagando su alquiler puede pensar si no está pagando de más. O de otro modo, puede ser momento para cambiar de casa, buscar otro alquiler, o renegociar el que tenemos con nuestro casero.
Fotocasa apunta varias pautas para tener éxito a la hora de renegociar a la baja el precio de nuestra vivienda en alquiler:
•Conocer al detalle el contrato
Antes de sentarse con el casero para pedir una rebaja del alquiler, es preciso conocer bien el contrato que se ha firmado. Hay que saber si permite negociar una rebaja del precio o no y los derechos y obligaciones que se tienen.
•Saber el precio medio del alquiler de la zona
También es muy importante conocer el precio medio del alquiler de la zona donde está situada la vivienda y compararlo con la renta que se está pagando.
•Hacerse valer como inquilino
Hay que jugar la baza del buen inquilino y recordarle al casero que siempre se ha pagado la mensualidad a tiempo, que el piso se cuida y conserva en buenas condiciones y que tener un buen inquilino es muy importante.
•Conoce la demanda de la zona
Hay zonas donde los pisos en alquiler no duran prácticamente nada en el mercado, mientras en otras áreas cuesta más arrendar una vivienda. Si se sabe que hay poca demanda en la zona donde se reside, se puede utilizar como argumento a favor de una rebaja, pues el casero tiene presente que le costará más encontrar nuevos inquilinos.
•Tener siempre un as en la manga
Esto significa que hay que saber el precio de otros inmuebles de las mismas características que el nuestro. Si es más bajo, le podremos decir al arrendador que nos haga una rebaja en consonancia a la diferencia de precios que hemos detectado.
•Ser flexible
Como inquilinos también tenemos que ser un poco flexibles si realmente nos gusta el piso que alquilamos, pues una negociación es un tira y afloja. Si el casero no quiere bajar la renta mensual, se le pueden proponer otras opciones, como que pague él parte del recibo de algunos suministros, o que nos ofrezca nuevos electrodomésticos más eficientes.
Fuente: http://www.20minutos.es/
En consecuencia, la vivienda en alquiler se ha abaratado casi un 4% en 2012, un 3,8 concretamente. El precio medio de la vivienda se sitúa en 7,28 €/m2 al mes frente a los 7,57 €/m2 al mes con los que cerró el año 2011.
Dado que con la crisis los precios bajan, quien ya está pagando su alquiler puede pensar si no está pagando de más. O de otro modo, puede ser momento para cambiar de casa, buscar otro alquiler, o renegociar el que tenemos con nuestro casero.
Fotocasa apunta varias pautas para tener éxito a la hora de renegociar a la baja el precio de nuestra vivienda en alquiler:
•Conocer al detalle el contrato
Antes de sentarse con el casero para pedir una rebaja del alquiler, es preciso conocer bien el contrato que se ha firmado. Hay que saber si permite negociar una rebaja del precio o no y los derechos y obligaciones que se tienen.
•Saber el precio medio del alquiler de la zona
También es muy importante conocer el precio medio del alquiler de la zona donde está situada la vivienda y compararlo con la renta que se está pagando.
•Hacerse valer como inquilino
Hay que jugar la baza del buen inquilino y recordarle al casero que siempre se ha pagado la mensualidad a tiempo, que el piso se cuida y conserva en buenas condiciones y que tener un buen inquilino es muy importante.
•Conoce la demanda de la zona
Hay zonas donde los pisos en alquiler no duran prácticamente nada en el mercado, mientras en otras áreas cuesta más arrendar una vivienda. Si se sabe que hay poca demanda en la zona donde se reside, se puede utilizar como argumento a favor de una rebaja, pues el casero tiene presente que le costará más encontrar nuevos inquilinos.
•Tener siempre un as en la manga
Esto significa que hay que saber el precio de otros inmuebles de las mismas características que el nuestro. Si es más bajo, le podremos decir al arrendador que nos haga una rebaja en consonancia a la diferencia de precios que hemos detectado.
•Ser flexible
Como inquilinos también tenemos que ser un poco flexibles si realmente nos gusta el piso que alquilamos, pues una negociación es un tira y afloja. Si el casero no quiere bajar la renta mensual, se le pueden proponer otras opciones, como que pague él parte del recibo de algunos suministros, o que nos ofrezca nuevos electrodomésticos más eficientes.
Fuente: http://www.20minutos.es/