¿Qué ventajas e inconvenientes tiene comprar el piso al banco?


La última reforma financiera realizada por el Gobierno incluye la creación del 'banco malo', una sociedad de gestión externa a la que las entidades financieras que soliciten ayudas públicas tendrás que traspasar sus activos dañados. Dado que esta sociedad será la encargada de imponer los precios de venta, que podrían caer hasta un 60 %, los bancos tienen como prioridad deshacerse de sus inmuebles antes de ello.

Esa urgencia lleva a las entidades a ofrecer hipotecas con condiciones muy ventajosas y descuentos cada vez más agresivos. En este artículo se recogen las ventajas y los inconvenientes que tiene comprar un piso al banco, según consumer.es.

Ventajas
Quienes deciden comprar un piso propiedad de un banco pueden aprovecharse de muchas ventajas y condiciones preferentes en los préstamos hipotecarios. Los bancos ofrecen financiaciones del 100 % y, en algunos casos, sin aval, así como la financiación de los gastos de compra (pago de impuestos, notaría, gestoría y registro).

Este tipo de hipotecas pueden tener un largo plazo de amortización que puede llegar hasta los 50 años, y ofrecen la tasación pagada, sea cual sea el banco. Los compradores también pueden aprovecharse de la flexibilidad a la hora de los pagos y del aplazamiento de cuotas.

Las entidades financieras cada vez tienen una cartera más amplia de pisos entre los cuales el comprador puede elegir, y algunas de ellas obsequian a los compradores con un "cheque reforma" de hasta 5.000 euros.

Ahora mismo, comprar un piso al banco es la única opción de conseguir una hipoteca para los compradores que dispongan de pocos ahorros.

Inconvenientes
Pero comprar una vivienda al banco no solo presenta ventajas, también tiene una serie de inconvenientes a tener en cuenta. Para empezar, los precios de estos inmuebles son menos negociables que cuando se compra a una inmobiliaria o a un particular, y el precio de estas viviendas suele ser superior a la media del mercado.

La financiación al 100 % que ofrecen las entidades financieras suele ir acompañada de altos tipos de interés, superiores al euríbor + 1%, y requiere un ahorro del 10 % del precio para los gastos de apertura. Y, en ocasiones, puede requerirse un aval.

Los bancos suelen obligar a contratar seguros y otros productos financieros además de la compra de la vivienda. Además, algunas de estas hipotecas presentan cláusula suelo (el banco establece un interés mínimo que pagaremos en nuestra hipoteca, por mucho que baje el euríbor).

La mayoría de estos inmuebles proceden de embargos por lo que pueden encontrarse en mal estado de conservación, y al no ser de primera mano no se rigen por el IVA reducido, sino por el ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales), que grava la compra de inmuebles de segunda mano.

Valorando estas ventajas e inconvenientes, la decisión final de aventurarse a adquirir un piso del banco será del comprador.

Fuente: http://www.20minutos.es/
 
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