El Banco de España pide al sector 185 datos de cada crédito inmobiliario


Por falta de datos ya no va a ser. El nuevo gobernador, Luis Linde, ha decidido acabar con la sospecha de que el supervisor no conoce bien la situación del sector en lo referente a su participación en el ladrillo. Una de sus primeras medidas ha sido pedir al sector una base de datos de lo más compleja. Incluye hasta 185 datos sobre los diferentes tipos de inmuebles: “Viviendas, edificios residenciales, garajes y trasteros, oficinas, edificios de oficinas, locales comerciales, edificios con uso comercial, edificios de uso mixto, hoteles, naves industriales, terrenos urbanos, fincas rústicas y otros inmuebles”.

La información llega a ser tan exhaustiva que pregunta por el coste del seguro de la vivienda, el gasto de comunidad, las modalidades de alquiler y opciones de renovación para los inquilinos, número de habitaciones y baños, ornamentación, tipo de fachada, armarios empotrados, cocina equipada, tendederos, si tienen piscina, zona de baloncesto, gimnasio, golf, squash, tenis, etcétera. El mismo grado de detalle reclama sobre los hoteles, terrenos urbanísticos y las fincas rústicas. Los bancos de cajas en proceso de fusión deben tener los datos unificados, una tarea hercúlea.

Los directivos de las entidades están perplejos con la solicitud del Banco de España, que es un anejo de un borrador de circular. Las entidades tienen hasta el miércoles 5 de septiembre para enviar opiniones sobre la normativa. No se esperan muchos cambios porque la circular se ciñe a las características técnicas de cómo deben archivarse los “datos de activos transferibles a las sociedades” desde donde se realizará el saneamiento y venta de los activos financieros, es decir, el banco malo.

Ante la carga de trabajo que supone completar el fichero, Linde ha dado hasta el 31 de diciembre para cumplimentar toda la información solicitada.

Además, en el segundo anejo se piden 103 datos sobre las fechas, importes, domicilios, situación legal, fecha de nacimiento de las personas o empresas titulares de los créditos. La parte más detallada es la referente a los importes no vencidos, los pendientes de cobro, los intereses de demora, los límites de riesgo, las garantías admitidas, los márgenes de los préstamos y los juzgados donde están las reclamaciones por impago.

“No conseguimos colocar ni un crédito pero nos faltan manos para cumplir con tanto papeleo”, se lamentaba un directivo del sector.

Fuente: http://www.elpais.com/
 
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