La publicación del tercer real decreto ley destinado al saneamiento del sistema financiero ha arrojado incógnitas en el sector inmobiliario, penalizado por un parón en las ventas y una caída continua en el precio de los inmuebles.
A falta de la confirmación oficial, los expertos del sector cifran en al menos otro 15% el descenso en el valor de las viviendas, un requisito imprescindible como recordaba este viernes el ministro de Economía, Luis de Guindos, para que el conocido como banco malo dé sus frutos.
Esto, unido al deseo de la participación de inversores privados en la sociedad de gestión de activos, parecen pronosticar una corrección aún más importante en los precios de vivienda terminada que lo que pueda necesitar el suelo, el cual ya tuvo que ser provisionado en un 80% por las entidades financieras en un anterior real decreto.
Una rebaja que, además, podría variar a medida que se incorporen más inmuebles a la cartera o en función del ritmo de salida de estos activos al mercado. La creación de esta mega-inmobiliaria deja a los vendedores particulares y a las tradicionales empresas del sector en una situación muy compleja y que no afrontan precisamente en su mejor situación, ya que acumulan miles de millones de deuda en sus balances y, en la mayoría de casos, las ventas de sus viviendas ya se producen por debajo de los costes de producción.
La competencia directa de esta nueva sociedad marcará los precios y el tiempo en el que deberán llevar a cabo este ajuste.
Fuente: http://www.expansion.com/
A falta de la confirmación oficial, los expertos del sector cifran en al menos otro 15% el descenso en el valor de las viviendas, un requisito imprescindible como recordaba este viernes el ministro de Economía, Luis de Guindos, para que el conocido como banco malo dé sus frutos.
Esto, unido al deseo de la participación de inversores privados en la sociedad de gestión de activos, parecen pronosticar una corrección aún más importante en los precios de vivienda terminada que lo que pueda necesitar el suelo, el cual ya tuvo que ser provisionado en un 80% por las entidades financieras en un anterior real decreto.
Una rebaja que, además, podría variar a medida que se incorporen más inmuebles a la cartera o en función del ritmo de salida de estos activos al mercado. La creación de esta mega-inmobiliaria deja a los vendedores particulares y a las tradicionales empresas del sector en una situación muy compleja y que no afrontan precisamente en su mejor situación, ya que acumulan miles de millones de deuda en sus balances y, en la mayoría de casos, las ventas de sus viviendas ya se producen por debajo de los costes de producción.
La competencia directa de esta nueva sociedad marcará los precios y el tiempo en el que deberán llevar a cabo este ajuste.
Fuente: http://www.expansion.com/
